La denominada segunda ola de la energía eólica, la eólica offshore o marina, tiene un gran escollo en su camino. No es otro que los costes. Instalar un parque eólico marino no es nada fácil, y económicamente a día de hoy no es rentable, y si lo llega a ser, es por poco dinero. Pero para poder triunfar como su hermana mayor, la eólica terrestre, debe reducir sus costes más pronto que tarde, si no se puede ver en la encrucijada de quedarse a mitad del camino.
Uno de los principales actores del sector eólico, la francesa Alstom, cree que se podrían reducir los costes entre un 35% y un 40% de aquí a 2020. Esa era y es la previsión, pero la industria tiene que trabajar mucho y bien para conseguir ser competitiva. El vicepresidente de la división de eólica offshore de Alstom Power, Anders Soe Jensen, asegura en unas declaraciones a EWEA que "si nosotros, como industria, no logramos reducir el costo nivelado de la electricidad, esta industria va a morir, es así de simple. A largo plazo esta sociedad no va a seguir financiando esta industria si no podemos ser competitivos respecto a otras fuentes de energía". Más claro imposible.
El experto en eólica offshore quiere jugar en la misma liga que otras fuentes de energía, que otras tecnologías, por eso reclama que exista un verdadero debate sobre todos los costes de la generación eléctrica, de todas las tecnologías. "Debemos tener una discusión sobre lo que el coste nivelado de la electricidad es en realidad para todas las fuentes de energía, es decir, carbón, petróleo, gas o nuclear. Este cálculo debe incluir todos los costes, incluyendo el coste de la contaminación y todas las subvenciones, directas e indirectas".
El mayor coste actual de un parque eólico marino son los molinos. Los aerogeneradores suponen el 35% del coste total. Y es ahí donde los fabricantes no pueden conseguir reducir drásticamente el coste. "La alta tecnología y la complejidad de los sistemas complican conseguir ahorros" en los molinos, pero según el vicepresidente de Eólica Offshore de Alstom Power cree que hay dos palancas que pueden impulsar significativamente a la baja los costes de la energía eólica marina. "La primera de ellas consiste en la disminución de los costes de las fundaciones (bases donde se apoyan los molinos) con la normalización y diseños optimizados. Estos ahorros también serán hechos por los fabricantes de aerogeneradores que aprenden de su experiencia pasada y serán capaces de disminuir las cargas en la subestructura", ha dicho.
La otra palanca es la mejora en la gestión de los riesgos durante la producción y la aplicación. "La industria va a aprender más en los próximos 10 años gracias a la experiencia que va a obtener en la gestión del tiempo mediante la optimización de los riesgos de planificación y tecnología durante un proyecto".
Es ahí en la planificación donde las empresas promotoras de los proyectos eólicos están obteniendo más dificultades. Por ejemplo, en un informe de RenewableUK, la eólica offshore ha incrementado los costes con el paso de los años. Pero ¿en qué? La respuesta es clara, en casi todos los aspectos porque el desarrollo de los proyectos se ha estancado. La excesiva burocratización ha retrasado el avance de los proyectos y cuando una empresa está metida de lleno en el desarrollo de un parque no puede echarse para atrás y tiene que seguir asumiendo todos los costes.
Es por ello, que en Reino Unido, donde más se está desarrollando la eólica offshore, el coste total del MW ha pasado de 15365,29 libras en la Ronda 1 a 17668,71 libras en la segunda ronda. Esta diferencia se debe fundamentalmente que en la Ronda 1 se tardaban 36 meses en aprobar los proyectos mientras que en la segunda ronda el tiempo ha ascendido a 73 meses, el doble.
Otro de los problemas a los que se enfrenta una empresa promotora como puede ser Dong Energy o Iberdrola es presentar la documentación para una aplicación, para un concurso. Mientras en la Ronda 1 con 300 folios era suficiente para presentarse, en la Ronda 3 que está actualmente en proceso de adjudicación, se han presentado proyectos con una documentación de 12.500 folios.
En definitiva, la eólica offshore se tiene que poner las pilas si quiere ser competitiva con otras tecnologías como la fotovoltaica, que como afirman varios informes va a ser la fuente de energía que más va a crecer en el futuro.
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