Unas 2.000 personas se han manifestado contra la construcción de una nueva línea de alta tensión en Lauchroeden, en el centro de Alemania, porque temen que se utilice para transportar electricidad procedente de centrales nucleares o de carbón de otros países.
Las autoridades sostienen que el nuevo tendido permitirá trasladar la energía producida por los parques eólicos del norte de Alemania, en concreto desde Schleswig-Holstein pasando por la Baja Sajonia, Hesse, Turingia y hasta llegar a Baviera y Baden-Württemberg.
Unos 78 kilómetros de la línea de cable subterránea pasan por Turingia. El Gobierno de este estado considera que su propia propuesta de ruta no ha sido suficientemente tenida en cuenta y que hay un conflicto de competencias, por lo que ha presentado una demanda ante el Tribunal Administrativo Federal.
El 30 de mayo de 2011, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció de forma sorpresiva el fin de la energía nuclear en Alemania para 2022 como respuesta a la tragedia nuclear de Fukushima, en Japón.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios