El tercer trílogo entre Consejo y Parlamento Europeo para decidir cómo debería ser la Directiva de Diseño de Mercado Eléctricoha finalizado sin avances. Cada parte se ha limitado a poner sobre la mesa sus posiciones. El abismo para llegar a un acuerdo sobre los mecanismos de capacidad hace cuestionarse la posibilidad de aprobarse la última de las directivas del 'paquete de invierno', la que reforma el mercado eléctrico interior de la Unión Europea y que se espera que sea la piedra angular de toda propuesta legislativa de la UE en materia energética.
El Parlamento Europeo aprobó en febrero pasado imponer reglas estrictas a los pagos por capacidad, especialmente a las centrales de ciclo combinado y de carbón porque podrían distorsionar el mercado y entenderse como subvenciones encubiertas. Pero esa propuesta no convence a los gobiernos de los 27+1 países miembros de la UE.
Los eurodiputados quieren que esos mecanismos no se puedan utilizar a partir de 2020 para nuevas infraestructuras y a partir de 2025 para las plantas ya existentes, además, apoyan la propuesta de la Comisión Europea que sugería excluir cualquier planta que emitiera más de 550 g de CO2 por kWh, lo que en la práctica excluye a las centrales de carbón y algunas de gas ineficientes.
Pero no solo el tope de emisiones de CO2 es el principal escollo para el Consejo Europeo, sino el alcance de este límite. El Parlamento dice que cualquier mecanismo de capacidad aprobado tendría que cumplir con las reglas posteriores a 2020, pero el Consejo ya ha sugerido que los mecanismos actuales podrían quedar exentos de ellos.
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El Consejo Europeo considera necesario garantizar la protección de los derechos adquiridos de las centrales que firmen contratos de capacidad antes de la fecha de entrada en vigor del Reglamento. También asegurar la previsibilidad y apoyo para las unidades existentes y las que han recibido la decisión final de inversión antes de la fecha de entrada en vigor del Reglamento. Y por último, calmar a los inversores introduciendo un período de transición apropiado y realista para la aplicación de los nuevos estándares de emisiones.
El Consejo Europeo "no quiere que se toquen los pagos ya otorgados (el Parlamento Europeo y la Comisión sí queremos que se revisen) y quieren un presupuesto de carbón para recibir pagos por capacidad muy alto (lo que de facto haría entrar a las centrales de carbón en el sistema)", explica a este diario Florent Marcellesi, eurodiputado del grupo de Los Verdes/ALE y ponente en esta Directiva.
"Además el Consejo Europeo no quiere que sea una decisión a nivel europeo, el 'adecuacy assesment', sino que quiere predominancia del nivel nacional para decidir si son necesarios los pagos por capacidad", añade el eurodiputado.
La propuesta del Europarlamento es que se ponga en marcha un asesoramiento a nivel europeo "para que cada país no mire por si mismo, porque entonces cada Gobierno va a apoyar los mecanismos de capacidad que más les interese. Necesitamos que haya una visión más neutral al margen de decisiones o influencias políticas”, añade Marcellesi.
El Parlamento Europeo dice que es posible que algunos países necesiten pagos por capacidad pero tiene que haber unos límites como que no distorsionen el mercado, que esté abierto a todas las tecnologías posibles y que no subvencionen a las centrales más contaminantes, por eso aprobó el límite de emisiones en los 550 gr de CO2/kWh, además que estos mecanismos de capacidad se consideren medidas transitorias.
Habrá que esperar a los dos últimos trílogos antes de que finalice el año. El cuarto será el 13 de noviembre y el quinto, el 5 de diciembre.
Fukushima4ever
19/10/2018