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Los objetivos de eólica terrestre de la UE chocan con la realidad de los vientos en contra del sector

Wood Mackenzie prevé un crecimiento global de la capacidad del 36% en el sector eólico de la UE de 2024 a 2026, muy por debajo del 60% de crecimiento recogido en el plan de acción eólico del bloque.
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El plan de acción eólico de la UE exige a los Estados miembros que se comprometan de forma voluntaria y no vinculante a implantar la energía eólica entre 2024 y 2026. Pero, aunque el establecimiento de objetivos a corto plazo envía señales positivas al mercado, ¿podrá el sector cumplir las ambiciosas promesas de una mayor adopción?

Los analistas de energía eólica en la UE de Wood Mackenzie han evaluado los compromisos presentados hasta ahora por cada país comparándolos con sus previsiones detalladas de crecimiento de la capacidad eólica en el bloque. En total, 21 de los 27 Estados miembros actuales de la UE se han comprometido a aumentar su capacidad eólica. Croacia, Hungría, Luxemburgo, Malta, Eslovenia y Suecia aún no lo han hecho. Woodmac ha comparado los compromisos con sus propias estimaciones de aumento de la capacidad eólica terrestre y marina por país, y han llegado a la conclusión de que, si no se toman medidas urgentes, los vientos en contra del sector llevarán a la industria a incumplir sus ambiciosos compromisos.

Wood Mackenzie prevé un crecimiento global de la capacidad del 36% en el sector eólico de la UE de 2024 a 2026 en comparación con el trienio anterior de 2021 a 2023. Aunque suena bien, está muy por debajo del 60% de crecimiento que representan las promesas presentadas en el marco del plan de acción eólico del bloque. Como resultado, el total de los compromisos globales se incumpliría en un 17% (ver gráfico siguiente).

Objetivos ambiciosos

Para avanzar hacia los ambiciosos objetivos de los países, sobre todo en lo que se refiere al crecimiento de la capacidad terrestre, hay que hacer frente a una serie de obstáculos. Entre ellos, la concesión de permisos, la transmisión, la cadena de suministro y los costes.

¿Por qué es posible que no se cumplan los ambiciosos compromisos eólicos de la UE? En primer lugar, según la opinión de los analistas de Woodmac, porque es improbable que se cumplan los ambiciosos compromisos a corto plazo.

Muchos Estados miembros de la UE se han comprometido a aumentar considerablemente su capacidad eólica terrestre de aquí a 2026. El objetivo de estos países es garantizar el cumplimiento de los objetivos a largo plazo fijados en sus planes nacionales decenales de energía y clima (PNIEC), que describen cómo los Estados miembros de la UE pretenden alcanzar los objetivos energéticos y climáticos del bloque para 2030.

En total, las promesas anunciadas ascienden a 65,7 GW, superando con creces los 58,2 GW necesarios para cumplir las promesas de los planes nacionales de energía y clima. Europa Occidental y Meridional encabezan la lista, con casi 50 GW del total.

España y Alemania

Los analistas de Woodmac destacan la ambición de España, cuyos responsables políticos prometen duplicar en los próximos dos años las adiciones anuales de energía terrestre. Sin embargo, según su análisis de la cartera de proyectos existente, las restricciones de permisos y las limitaciones de transmisión, esperan que sólo se cumpla el 43% de este objetivo.

Por su parte, el compromiso de Alemania, aunque significativo, supone una reducción de cinco gigavatios (5 GW) respecto a su plan inicial de 28,6 GW. A pesar de ello, Wood Mackenzie prevé que las trabas burocráticas harán que Alemania no alcance su objetivo, que es un 67% superior a su previsión de aumento de capacidad en el país.

Algunos Estados miembros más pequeños han hecho promesas agresivas. Por ejemplo, Estonia, Letonia y Rumanía se han comprometido a aumentar su capacidad en 3,8 GW para finales de 2026, tras un periodo de tres años en el que sólo se instalaron 187 megavatios (MW).

En cambio, a pesar de haber añadido 2,6 GW en los últimos tres años, los Países Bajos sólo han prometido 400 MW de nueva capacidad terrestre hasta finales de 2026, un total que los analistas de Woodmac esperan que se supere con creces. Debido a las limitaciones de suelo, los responsables políticos neerlandeses se centran más bien en las instalaciones cercanas a la costa y en alta mar. También es probable que Finlandia supere con creces las (ciertamente modestas) promesas de su Gobierno, gracias a una amplia cartera de proyectos autorizados y a unos procedimientos eficaces de conexión a la red. Otros países que deberían dar la talla son Francia, Grecia e Irlanda.

Las promesas offshore son más realistas

Además de los países mencionados anteriormente, que no han presentado ningún compromiso global para la energía eólica, Alemania, Italia y Lituania no han hecho ningún compromiso específico para la energía eólica marina. Mientras tanto, varios Estados miembros han hecho una "promesa cero" para la energía eólica marina, prometiendo que no se añadirá ninguna capacidad. Se trata de Bélgica, Bulgaria, República Checa, Estonia, Grecia, Irlanda, Letonia, Rumanía y Eslovaquia.

Aunque las previsiones de Wood Mackenzie indican que el 18% de las promesas para 2024-2026 no se conectarán en ese periodo, las promesas se ajustan en gran medida a la capacidad de los principales proyectos cuya finalización prevén. Gran parte de la discrepancia radica en el hecho de que 1,2 GW de capacidad offshore o bien ya estaban conectados en 2023, o bien es improbable que entren en funcionamiento hasta después de 2026.

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