Eléctricas

Los precios en la subasta de capacidad británica bajaron tanto que las renovables se quedaron prácticamente fuera

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La subasta en el mercado de capacidad del Reino Unido de este mes sirvió de lección para los planificadores del mercado, después de ofrecer precios tan bajos que desaconsejan el desarrollo de energía limpia.

La subasta T-4, que apunta a asegurar la capacidad de energía para 2021 y 2022 rompió todas las expectativas, al saldarse con un precio de 8,40 libras (9,56 €) por kilovatio al año, casi un 63% inferior a las  22,50 £  marcado en una subasta similar el año pasado. El resultado, lógicamente, ha sido recogido como una victoria para los contribuyentes del Reino Unido.

"El resultado de esta subasta de capacidad demuestra que la competencia es buena para proporcionar seguridad de suministro al menor costo para los consumidores", dijo Lawrence Slade, director ejecutivo del organismo industrial Energy UK, en una nota de prensa . "Estas subastas han apoyado tecnologías innovadoras y emergentes a la vez que nos aseguramos de obtener el mejor valor de los activos existentes", dijo.

Sin embargo, otros observadores cuestionan si tales precios bajos apoyarían tecnologías innovadoras y emergentes en el futuro.

Mientras que alrededor de 7 gigavatios de generación a carbón no pudieron asegurar contratos en la subasta T-4, según Platts , tampoco hubo una gran cantidad de nueva capacidad. Más de 43 gigavatios, o el 86% de los 50,4 gigavatios adjudicados en la subasta, se destinaron a activos de generación existentes.

Asimismo, se adjudicaron otros 2 gigavatios más o menos de capacidad a los interconectores recién construidos ElecLink, IFA2 y Nemo Link, a los que se les permitió participar en la subasta por primera vez este año, mientras que los interconectores existentes ganaron 2,4 gigavatios adicionales y la respuesta a la demanda añadió otros 1,2 gigavatios. Las nuevas tecnologías apenas se llevaron 762 megavatios en la subasta.

Por tipo de generación, la subasta estuvo dominada por los ciclos combinados de gas, que se llevaron más del 45% de la capacidad ofertada. La nuclear aseguró otro 15,7%, y la combinación de calor y energía ganó el 9,2%.

El almacenamiento de energía aseguró aproximadamente el 5,3% de la capacidad disponible, algo menos de 2,7 gigavatios, en 34 proyectos, la mayoría de los cuales ya tenían contratos existentes. Casi un tercio de la capacidad subastada no logró cerrar un contrato.

Solo 650 megavatios de la capacidad adjudicada  aseguraron contratos a largo plazo, de una duración de 15 años. Los proveedores restantes obtuvieron contratos por un año, lo que significa que tendrán que volver a ofertar en subastas futuras.

El precio increíblemente bajo de compensación, la corta duración de los contratos y el nivel de capacidad que sale de la subasta apuntan al hecho de que la T-4 era en gran medida un mercado de compradores.

Aris Karcanias, director general y codirector de Práctica Global de Energía Limpia de FTI Consulting en Londres, dijo que el mercado del Reino Unido ha experimentado un aumento de la inversión en generación a pequeña escala, proyectos de almacenamiento y nuevos interconectores, lo que lleva a un exceso de capacidad. "Esta es una tendencia importante que probablemente durará hasta que las plantas de carbón comiencen a acerrarse a partir de 2021”, dijo.

Hasta entonces -señaló- es probable que los bajos precios de compensación sean la norma, especialmente porque se espera que se establezcan nuevos proyectos de interconexión y programas de respuesta a la demanda. Todo esto pone en duda la viabilidad económica del desarrollo de nueva capacidad flexible en el Reino Unido.

Y el Reino Unido no está solo. "El mercado de la energía francés está igualmente sobreabastecido y probablemente se apretará solo cuando las centrales de carbón y las plantas nucleares comiencen a cerrarse a partir de 2022", dijo Karcanias. Los precios de referencia del mercado eléctrico francés son de alrededor de 10 € por kilovatio, aproximadamente el equivalente al precio de compensación T-4.

"Un precio tan bajo es al menos una buena noticia para los que pagan la factura de energía a corto plazo, pero plantea una serie de interrogantes importantes", dijo Karcanias. "El bajo precio de la subasta T-4 sugiere que tenemos un problema de flexibilidad, no necesariamente un problema de capacidad ".

La previsión de la demanda en redes europeas como las del Reino Unido y Francia es cada vez más desafiante, dijo. Esto significa que las fuentes tradicionales de generación más antiguas y menos flexibles que se están alineando para proporcionar energía podrían no ser adecuadas para funcionar en los mercados del futuro.

"Soy de la opinión de que el instrumento del mercado de capacidad debe evolucionar con la complejidad del mercado y comenzar a abordar y verdaderamente incentivar la flexibilidad", dijo Karcanias. "Para mí, está claro que cuando los precios bajan de 22,50 a 8,40 libras en un año, el mecanismo está funcionando muy bien a favor del consumidor, pero de hecho hay una necesidad del sistema que ahora no se está abordando", concluyó.

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