Desde hace tiempo sabemos que uno de los puntos flacos de los vehículos eléctricos está relacionado con la infraestructura de carga pública. Entre algunos de los más destacados no solo está la baja potencia a la que carga ya que casi dos tercios de los mismos están por debajo de lo que se considera rápido, es decir, 50 kW; sino la colocación de los mismos y, lo que es más preocupante, que algunos no estén siquiera operativos. Este punto es el que precisamente parece haberse solucionado de manera puntual según el último informe expuesto por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).
Y es que según sus datos los puntos de recarga público operativos en nuestro país se ha incrementado un 40% en este primer trimestre del año, lo que supone haber puesto en funcionamiento un total de 1.850 puntos, con una media de 600 infraestructuras de recarga mensuales. De esta forma y según Aedive en España habría ahora funcionando cerca de 32.200 puntos, cuando a estas alturas del 2023 solo había 23.003.
Si bien las fechas festivas que han acontecido en este primer trimestre han provocado que el porcentaje sea menor de lo esperado, la realidad es que el avance es significativo. Como también lo es el hecho de que el número de cargadores rápidos haya subido en comparación con los datos del pasado año. De esta forma, las tomas de más de 22 kW ya suponen el 34% del total en funcionamiento, alcanzando las 21.655 unidades.
Si desgranamos por potencias, las tomas de 22 kW llegan a las 10.624, las de entre 22 y 50 kW, 7.956 unidades; de entre 50 y 250 kW, 2.445 y las de más de 250 kW, 630 kW. Si bien para realizar largos viajes muchos la potencia mínima recomendable para no eternizar la carga sería de, al menos 100 kW, en esta potencia habría cerca de 3.000 puntos. Esto se debe, según el informe, al creciente interés de operadores de carga que cada vez instalan más puntos rápidos. Otro punto a mejorar es la repartición de dichos puntos, ya Cataluña, Madrid y Andalucía son las tres comunidades autónomas con una mayor red de infraestructuras de recarga eléctrica, con cifras por encima de los 300 puntos. Castilla León, la Comunidad Valenciana, y el País Vasco también consiguen buenos datos de puntos ultrarrápidos. Finalmente el informe de Aedive añade que la utilización de los puntos de recarga se mantiene en una media del 6,3%, tal y como ya se anunció en su Anuario 2023-2024, lo que indica una evidente tasa de uso baja, muy alejada de un escenario de saturación.
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