Los vehículos de propulsión diésel no podrán circular por el centro de Roma a partir de 2024, una medida con la que la capital italiana pretende luchar contra el cambio climático y contribuir con la protección del medio ambiente.
Así lo ha anunciado la alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi, en su cuenta de Facebook. Así, Roma se une a otras ciudades como París, Madrid, Ciudad de México o Atenas.
La justicia alemana ha fallado hoy a favor de las urbes que quieren prohibir la circulación de los vehículos diésel más contaminantes.
Raggi ha destacado que el cambio climático está cambiando los hábitos y el estilo de vida de la sociedad. Además, la política ha advertido de que las ciudades corren el riesgo de enfrentarse a desafíos "inesperados" debido a la contaminación.
"Cada vez sufrimos más fenómenos extremos, como por ejemplo sequía por largos periodos, lluvias en las que un día puede caer todo lo de un mes entero o nevadas inusuales", ha apuntado.
Ante esta situación, Raggi ha defendido el "valor" de tomar medidas energéticas, así como "actuar sobre las causas y no sobre los efectos".
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