En su informe sobre Perspectivas Energéticas a Corto Plazo, La Administración de Información Energética de EEUU (EIA) prevé el consumo anual de petróleo más bajo en Japón en 2024 desde al menos 1980, en parte debido al envejecimiento y descenso de su población. De hecho, la reducción del consumo japonés ya está afectando a su industria de refino.
La refinería japonesa ENEOS cerró definitivamente una refinería de 120.000 barriles diarios (b/d) en el oeste de Japón a mediados de octubre de 2023, y otra empresa, Idemitsu Kosan, tiene previsto cerrar una refinería de 120.000 b/d en marzo de 2024. Estos cierres representan el 7% de la capacidad de refino del país.
La EIA prevé que el consumo de productos petrolíferos en Japón disminuirá un 3% entre 2023 y 2024, hasta los 3,3 millones de b/d. El consumo de petróleo de Japón disminuyó una media del 2% anual hasta 2022 desde su máximo de 5,7 millones de b/d en 1996, debido en gran parte a los cambios demográficos y económicos. La intensidad petrolera de la economía japonesa, medida en barriles de petróleo consumidos por cada 1.000 dólares de producto interior bruto, ha ido disminuyendo.
Máximo hace 15 años
La población japonesa alcanzó su máximo en 2009, y desde entonces el país ha experimentado uno de los crecimientos económicos más lentos de los países de la OCDE. Además, el porcentaje de población japonesa mayor de 65 años era del 30% en 2022, frente al 21% de la UE, el 17% de Estados Unidos y el 14% de China, según el Banco Mundial.
Las refinerías japonesas se construyeron principalmente para atender sus necesidades nacionales de combustible, y tienen problemas para competir en los mercados internacionales. Estas refinerías son más pequeñas y menos complejas que las nuevas refinerías de Asia, incluidas las de China, Corea del Sur e India. La complejidad se refiere a la capacidad de procesamiento secundario de una refinería, como el hidrocraqueo y la coquización, que convierten el fuelóleo pesado de bajo valor en valiosos combustibles para el transporte. Las refinerías más complejas pueden producir más productos de alto valor a partir del crudo que procesan.
Las refinerías menos complejas, como las japonesas, también procesan petróleos más ligeros y dulces, que son más caros que los más pesados y ácidos. El mayor rendimiento de los productos de menor valor combinado con el uso de crudos más caros hace que las refinerías de Japón sean menos rentables y menos competitivas en los mercados mundiales. Los márgenes de las refinerías complejas de Asia pueden ser entre un 30% y un 50% superiores a los de las refinerías simples.
En su reciente International Energy Outlook, la EIA prevé que el consumo de petróleo en Japón seguirá disminuyendo después de 2024, lo que sugiere que las refinerías japonesas se enfrentarán a presiones competitivas adicionales.
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