La petrolera estatal rusa Lukoil está estudiando vender sus activos en Bulgaria ante la perspectiva de que a partir de marzo este país aplique también la prohibición aprobada por la Unión Europea de importar y procesar crudo de Rusia, y de la que está exenta actualmente.
La empresa, propietaria de la única refinería en Bulgaria, ha indicado que este "cambio de estrategia" se debe a la adopción por parte de Bulgaria de lo que considera "leyes discriminatorias y otras decisiones políticas injustas y tendenciosas”.
El Parlamento búlgaro rechazó el pasado noviembre una propuesta del partido conservador GERB y del MDL de la minoría turca para suspender inmediatamente la excepción concedida por Bruselas a Bulgaria.
La postura de Lukoil
El Gobierno, controlado por el europeísta Continuamos el Cambio-Bulgaria Democrática, argumentó que dejar de importar petróleo de Rusia ahora conllevaría "riesgos" para la economía del país.
La solución de compromiso ha sido una nueva propuesta para que Bulgaria se una a partir del 1 de marzo a la prohibición comunitaria, algo que se espera sea votado en el Parlamento los próximos días.
“Acogemos con gran satisfacción su deseo de eliminar la excepción. Esto muestra del deseo de Bulgaria de aplicar estrictamente las sanciones contra Rusia”, dijo ayer Mairead McGuinness, comisaria de Estabilidad Financiera de la UE, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Finanzas búlgaro**, Asen Vasilev**.**
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A principios de noviembre, el portal Politico publicó que la refinería de Lukoil en Bulgaria ganó 1.000 millones de euros entre marzo y julio de este año que contribuyen a financiar la invasión rusa de Ucrania.
Enrique Marín Pech
15/12/2023