La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha evitado despejar el futuro que finalmente tendrán los vehículos de combustión en las próximas décadas, al declarar que "no se puede decir en 2019 lo que pasará en 2040", aunque ha remarcado que los objetivos de España en su compromiso de reducir las emisiones contaminantes "están alineados" con los de la Unión Europa.
Así lo ha asegurado la ministra en la jornada de 'El Ágora de El Economista', organizada por EY y Redexis, donde ha manifestado no tener "una bolita de cristal" para poder predecir con veinte años de antelación si finalmente se prohibirá la venta de vehículos contaminantes en el año 2040, tal y como avanzó el Gobierno el pasado mes de noviembre.
Lo que sí tiene claro es que "hay una necesidad" en el país de reducir las emisiones contaminantes debido a los continuos episodios de alta contaminación en las ciudades, ya que está directamente relacionado "con la calidad de vida y con la salud de las personas".
En este sentido, Marato ha anunciado la intención del Gobierno de propiciar que se instale en España una fábrica de baterías eléctricas destinadas a la industria del automóvil, con el propósito de seguir abriendo más fábricas en función de la demanda.
La ministra ha recordado que, si bien los objetivos de plena descarbonización de la economía se inscriben en las iniciativas políticas, ya hay empresas como PSA, que cuenta con tres plantas en España, que ya anunció hace dos semanas que en 2025 todos los coches producidos en el país saldrán como modelos eléctricos.
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