Mazda ha puesto al día su hoja de ruta para la neutralidad de carbono y ha fijado un objetivo intermedio para 2030, que consiste en una reducción de las emisiones de CO2 del 46% o superior, en línea con los objetivos nacionales de Japón.
Este objetivo es aplicable a sus plantas y oficinas en Japón, que representan alrededor del 75% del total de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la empresa. La decisión se encuadra dentro del plan de Mazda para alcanzar la neutralidad de carbono en todos sus centros de producción a escala mundial para el año 2035.
Esta actualización se ha llevado a cabo en previsión de futuros desarrollos en la disponibilidad y la tecnología de combustibles alternativos. Abre la puerta a una estrategia de aprovisionamiento de energía más flexible y estable, que respalde la actividad de la empresa al tiempo que facilita el recorte de las emisiones de CO2.
De acuerdo con la nueva redacción del plan, Mazda impulsará la descarbonización a través de la introducción de un sistema de cogeneración de gas, utilizando gas natural derivado de GNL y una tecnología de generación bien contrastada.
Las emisiones de Mazda
El sistema también permitirá a Mazda realizar en varias fases una transición que le llevará a adoptar el hidrógeno, aplicando tan solo pequeñas modificaciones en sus equipos. "Mazda aspira a avanzar en su propia descarbonización al mismo ritmo que el conjunto de la sociedad adopta combustibles neutros en carbono de forma generalizada", ha explicado la firma.








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