Los continuos recortes a las energías renovables ha acabado con la paciencia de Montebalito, que ha decidido poner a la venta su filial de energías limpias. Ya avisó a principios de año de que iba a aislar este negocio y centrarse únicamente en el inmobiliario, que en los últimos meses ha conseguido levantar el vuelo.
Montebalito envió el pasado viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores una comunicación en la que convoca una Junta General Extraordinaria de Accionistas para el próximo día 10 de diciembre en primera convocatoria y un día después en segunda.
En el primer punto del orden del día, y por tanto lo más importante y la causa por la que se convoca la Junta es dar a conocer a los accionistas el "informe y, en su caso, aprobación de la venta por parte de la sociedad de la filial denominada Montebalito Energías Renovables, S.A., a través de la cual se canaliza la actividad en el sector de las energías renovables, así como de los créditos que ostenta la sociedad también frente a Montebalito Energías Renovables, S.A.".
Las cuentas del negocio de renovables son insalvables. El viernes la compañía dio a conocer sus resultados de los nueve primeros meses. Y fue clara: "continúa potenciando su área inmobiliaria aprovechando la mejora producida en dicho sector con grandes oportunidades de negocio para los próximos años dejando aislada el área de renovables para su futuro desarrollo al margen del Grupo Montebalito". Ese aislamiento se va a convertir en una venta del negocio.
Pero Montebalito quiere irse después de hacer grandes esfuerzos. Con motivo del cambio legislativo producido en España en el sector de las renovables, en la que se aumenta el periodo para percibir la prima sobre la producción de energía eléctrica, "el grupo ha hecho un cambio en la estimación de la vida útil de dichos activos cambiando el periodo de amortización de los parques fotovoltaicos de Villabrázaro, La Carolina, Taracena y la Moa pasando de un periodo de amortización de 20 años a 30 años. Eso ha motivado una caída en el gasto por amortización de un 32%".
Un esfuerzo financiero que hace inviable mantener el negocio. A pesar de haber conseguido la refinanciación,la mayoría de los parques no son rentables. La deuda acumulada de los parques fotovoltaicos ha aumentado este año hasta 7,68 millones desde los 6,69 millones a cierre de 2014. Un millón más de deuda que ha acabado por romper el sueño renovable de Montebalito.
Ya el año pasado las cuentas eran claras. "Por negocio, 2014 marcó la caída de la aportación de la energía. El área de renovables ganó 1,5 millones, muy por debajo de los 5,4 millones del anterior ejercicio". Y claro, así es imposible.
En julio de 2006, Montebalito constituyó su filial Montebalito Energías Renovables S.L. para desarrollar a través de ella el negocio de las energías renovables, centrando esa actividad en el sector fotovoltaico.
Poco después, a finales de 2007, como consecuencia de las dificultades que empezaban a afectar a la promoción inmobiliaria, y también como consecuencia de las oportunidades de negocio que ofrecía el sector de las energías renovables, al amparo de lo que estableció el RD 661/2007, Montebalito, elaboró un plan de negocio a 3 años, ajeno a la promoción inmobiliaria, que estaba enfocado a la potenciación y desarrollo de su filial de energías renovables, “con proyección, no solo nacional sino también internacional".
La compañía posee en la actualidad participación en 12 plantas fotovoltaicas en España e Italia para un total de 27,84 MW, según datos de su página web.
Con esta decisión de poner en venta el negocio se pone fin a nueve años de aventura en el sector renovables. Ofertas seguro que no le faltarán, y más cuando ha conseguido refinanciar sus principales instalaciones fotovoltaicas.
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