Bolivia y Paraguay avanzaron en su integración energética con la asistencia de los presidentes Evo Morales y Horacio Cartes a la inauguración de la mayor procesadora boliviana de hidrocarburos que atenderá el cien por cien de la demanda de gas licuado de petróleo (GLP) del mercado paraguayo.
Los mandatarios participaron en el inicio de las operaciones de la planta separadora de líquidos del gas natural de Gran Chaco, una de las más grandes de su tipo en Sudamérica, que también exportará volúmenes menores de GLP a Uruguay, Perú, Argentina y Brasil.
Esa instalación, construida por la española Técnicas Reunidas, está al lado del pueblo sureño de Yacuiba, situado cerca de la frontera con Argentina, en la región sureña de Tarija, donde se reunieron los mandatarios y donde está cerca del 80 % del gas boliviano.
En su discurso, Cartes destacó que en la región "siempre se habló de unir a los países a través de la energía" y que "es la primera vez que se está dando una integración de países hermanos".
Mencionó que en junio pasado se recordaron los 80 años del fin de la guerra del Chaco, que enfrentó a ambos países entre 1932 y 1935, destacando la hermandad que están construyen hoy en día.
"Bolivia y Paraguay no somos de guerra, somos de paz, somos hermanos y hoy se está dando el mejor homenaje que podríamos rendir a aquellos excombatientes, bolivianos y paraguayos", dijo Cartes.
Las petroleras estatales de Bolivia, YPFB, y Paraguay, Petropar, trabajarán juntas en la distribución de gas boliviano para reducir el precio de la garrafa de consumo doméstico paraguayo.
Morales agradeció a Cartes su presencia en la inauguración de la planta Gran Chaco y a la española Técnicas Reunidas por haber cumplido con su construcción, que se hizo con una inversión cercana a los 700 millones de dólares del Estado boliviano.
El mandatario destacó que un 80 % de la producción de GLP de esta planta irá a la exportación y un 20 % al mercado interno, que ya está cubierto por otra planta separadora de líquidos del gas natural más pequeña, que funciona desde 2013 en Santa Cruz (este).
En una primera fase, Gran Chaco producirá 15.000 toneladas mensuales de GLP, lo que permitirá satisfacer el cien por ciento de la demanda de Paraguay, que llega a entre 8.000 y 10.000 toneladas, según explicó el presidente YPFB, Guillermo Achá.
Los volúmenes adicionales de la primera fase se enviarán en cisternas a Perú, Uruguay, Argentina y Brasil y en una segunda fase la planta Gran Chaco multiplicará por cuatro su producción de GLP, lo que supondrá una nueva magnitud para su exportación.
Según información proveniente de Paraguay, durante la visita de Morales a Cartes en junio pasado en Asunción ambos presidentes llegaron a un acuerdo para reducir de 17 a unos 12 dólares el precio de la garrafa de gas que llega al consumidor en Paraguay. La garrafa en Bolivia para el consumidor final cuesta 3 dólares.
Achá también dijo a los medios que los precios de exportación del GLP se establecerán en función de una cotización de costes internacionales de una mezcla del butano y el propano, que son los componentes de ese combustible.
Acuerdo de cooperación
Los ministros de Hidrocarburos de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, y de Exteriores de Paraguay, Eladio Loizaga, firmaron hoy ante los presidentes Morales y Cartes un acuerdo de integración y cooperación energética cuyos detalles no fueron explicados.
Cartes y Morales también asistieron a un ritual indígena para agradecer a la Pachamama (Madre Tierra) previo a la inauguración de la planta y fueron homenajeados por las autoridades de Yacuiba que les vistieron con los trajes típicos del Chaco boliviano.
Gran Chaco, levantada sobre más de 70 hectáreas, es la tercera de su tipo en importancia en Sudamérica, tras la de Camisea en Perú y la de Bahía Blanca en Argentina, según las autoridades bolivianas.
Cuando esté a su máximo potencial, procesará hasta 32,2 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, producirá 3.140 toneladas métricas diarias (TMD) de etano, 2.240 TMD de GLP, 1.040 barriles diarios de isopentano y 1.650 barriles diarios de gasolina.
La producción de etano y propano también permitirá a Bolivia tener la materia prima para una futura industria petroquímica de plásticos en Bolivia, cuya primera planta será licitada en las próxima semanas.
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