La francesa NewWind, cuyo creador es Jérôme Michaud-Larivière, ha desarrollado un sistema de producción de electricidad en forma de árbol en el que las hojas operan como mini-turbinas eólicas. El proyecto ha sido construir un árbol de tamaño que capte hasta la más mínima brisa. En las ramas del árbol hay unas turbinas pequeñas que recogen cualquier brisa y la convierten en energía.
Este árbol puede producir 3,5 kWh, por lo que podría satisfacer las necesidades de una vivienda con cuatro personas que no tuvieran un consumo eficiente. Las pruebas se han desarrollado en la Bretaña francesa, una zona donde las temperaturas son más bajas que en Andalucía, por lo que es en esta zona donde este aparato podría ser aún más efectivo.
El árbol eólico, equipado con un centenar de hojas de plástico verde dependientes de un tronco de acero que funcionan como otros tantos aerogeneradores silenciosos, pretende aprovechar la mínima corriente de aire en las ciudades para generar energía. “La idea se me ocurrió en una plaza donde veía las hojas de los árboles mecerse pese a que no había una brizna de viento”, dice Jérôme Michaud-Larivière.
Las miniturbinas del generador integrado, dispuestas en tresbolillo para captar cualquier brizna de aire, giran desde el momento en que el viento alcanza los 2 metros/segundo frente a los 4 m/s de los molinos eólicos clásicos, aumentando el número de días en los que el árbol –de una potencia evaluada en 2,5 y 3,5 kWh– puede producir electricidad, argumenta Michaud-Larivière.
NewWind comercializa su ingenio, a demanda, por 29.500 euros.. La empresa acaba de anunciar que instalará uno de sus árboles eólicos el próximo 12 de marzo en la Plaza de la Concordia de París, donde operará durante tres meses en modo "exposición y laboratorio a la vez". La Plaza de la Concordia fue el primer enclave parisino al que llegó el alumbrado público.
Edus
17/01/2017