Garantizar que las baterías de los vehículos eléctricos sigan siendo sostenibles es una de las grandes prioridades de Nissan. La firma nipona ya estrenó hace cuatro años un proyecto en Ámsterdam mediante el cual el estadio Johan Cruyff Arena empleaba baterías usadas de los Leaf de primera generación para almacenar energía y reducir el impacto medioambiental cada vez que había un evento. Pues bien, el proyecto Second Life instaurado por la nipona sigue avanzando en línea con la estrategia Ambition 2030, la visión a largo plazo de la compañía para potenciar la movilidad.
Con el objetivo de apoyar una economía circular, Nissan y Enel se han asociado para lanzar el proyecto Second Life. El proyecto combina baterías usadas de vehículos eléctricos Nissan en una central eléctrica convencional en Melilla operada por la filial española del Grupo Enel, Endesa, y mejora la estabilidad de la red para ayudar a satisfacer las necesidades de una red aislada.
El proyecto, pionero en Europa, permite que Nissan proporcione las baterías de sus vehículos eléctricos para que posteriormente Loccioni, un integrador de sistemas, garantice la correcta integración entre las baterías. El proyecto aprovecha una tecnología avanzada basada en una idea sencilla: una vez que la vida útil de los vehículos ha llegado a su fin, la batería todavía sigue conservando muchas de sus propiedades y, por lo tanto, se reciclan y se ensamblan en un gran sistema de almacenamiento estacionario. Este sistema se integra en las instalaciones de Endesa en Melilla para evitar la interrupción del suministro eléctrico en caso de carga excesiva, con el objetivo de mejorar la fiabilidad de la red y asegurar la continuidad del servicio de red a la población local. El generador de emergencia está compuesto por 48 baterías usadas del Nissan Leaf y 30 baterías nuevas.
Las baterías usadas de los vehículos eléctricos Nissan proporcionan una fuente de energía cuando se interconectan y se almacenan, con una potencia de 4 MW y la capacidad de producir hasta 1,7 MWh de energía. En caso de que la central eléctrica se desconecte del sistema, la instalación de almacenamiento puede inyectar energía a la red eléctrica de Melilla durante 15 minutos, tiempo suficiente para restablecer el sistema y reiniciar el suministro eléctrico.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios