La transición energética de Noruega es más lenta en comparación con otros países europeos, donde la falta de generación eléctrica podría provocar un déficit energético, según un nuevo informe de DNV.
El informe Energy Transition Outlook Norway prevé que la demanda de electricidad aumentará seis veces más rápido que el desarrollo de nuevas fuentes de energía. Esto podría tener importantes consecuencias para la industria nacional, además de limitar la capacidad de Noruega para ser un socio más relevante para las cambiantes necesidades energéticas de Europa.
El informe analiza la transición energética noruega hacia 2060. La demanda de electricidad aumentará en 18 teravatios-hora durante los próximos cinco años, lo que equivale al consumo de un millón de hogares. Durante el mismo período, el desarrollo de nuevas centrales eléctricas solo proporcionará tres teravatios-hora. Como resultado, Noruega se encamina hacia un déficit energético alrededor de 2030, con una importación neta anual prevista de hasta cinco teravatios-hora a principios de la década de 2030.
“La geopolítica, las prioridades nacionales y la falta de apoyo público están frenando los esfuerzos de Noruega en materia de energías renovables. Esto también dificulta las oportunidades de exportación de electricidad, la electrificación de la industria existente y el establecimiento de nuevas industrias. La energía eólica terrestre y marina son las únicas soluciones maduras y escalables que pueden proporcionar nueva capacidad rápidamente y a un coste aceptable”, afirma Remi Eriksen, presidente del Grupo y director ejecutivo de DNV.
“El desarrollo de la red debe acelerarse con el fortalecimiento de la transmisión, la distribución y los servicios del sistema. Esto es necesario para aliviar los cuellos de botella, integrar la producción variable y garantizar la seguridad nacional”, añadió Eriksen.
Los centros de datos intensifican la presión sobre el sistema eléctrico
Los centros de datos consumirán 15 teravatios-hora para 2040, equivalente al siete por ciento del consumo de Noruega, según DNV. “La demanda de electricidad por parte de los centros de datos, la industria intensiva en energía, la electrificación de las operaciones de petróleo y gas y el transporte está creciendo mucho más rápido que la nueva producción eléctrica”, afirmó Sverre Alvik, director de investigación para la transición energética en DNV.
Con una fuerte demanda de gas noruego que concentra el capital y la atención política, el informe advierte que las perspectivas para la industria en general podrían debilitarse.
“Los centros de datos, la industria y otros usuarios de energía pueden ser estratégicamente importantes, pero no todo puede tener la misma prioridad”, dijo Alvik, quien añadió que las oportunidades de industria verde corren el riesgo de trasladarse a países que construyen más rápido si no se acelera el desarrollo de energías renovables y de la red eléctrica.
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