La secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, está "satisfecha" con el resultado de la cumbre del clima COP26, aunque reconoce que los países deberán elevar sus objetivos de reducción de emisiones y de financiación porque ese problema no se puede resolver sólo "con una o dos decisiones".
En una entrevista exclusiva con EFE en el día después de alcanzarse el Pacto Climático de Glasgow, la diplomática mexicana recuerda que el calentamiento global "amenaza a las instituciones y al funcionamiento de las sociedades" y admite que la organización de la conferencia "podía haber sido mejor".
PREGUNTA: Usted dijo en la clausura de la COP26 que alcanzar el consenso implica que pocos queden satisfechos con el resultado. Desde esa óptica y viendo las reacciones, ¿considera que la cumbre ha alcanzado su objetivo?
RESPUESTA: Definitivamente, la cumbre ha tenido éxito, hemos logrado lo que necesitábamos encontrar. Eso no quiere decir que hayamos encontrado el escenario ideal. Es un compromiso, pero uno de los objetivos en este proceso multilateral es lograr tener a todos a bordo, que nadie quede fuera.
En un asunto global como el cambio climático tener fuera a un actor, sea grande o pequeño, es un factor que mina la credibilidad del proceso y lo debilita.
He dicho desde hace dos años que un acuerdo en Glasgow se vería definido por un conjunto de acuerdos que sea equilibrado y que refleje las preocupaciones de los casi 200 países que participan. Cuando hablamos de cambio climático, pensar que vamos a resolverlo con una o dos decisiones es imposible.
Así que nos podemos ir satisfechos, (aunque) sabemos que esto es el inicio de otra etapa de trabajo muy fuerte.
P: ¿En qué áreas esperaba un mayor progreso?
R: Por supuesto, hubo un reconocimiento de que es decepcionante el hecho de que los 100.000 millones de dólares que debían movilizarse para 2020 no se haya convertido en una realidad. Ahí vemos un área donde desafortunadamente no logramos lo que nos habría gustado encontrar.
En mitigación hemos trabajado mucho, impulsando a los gobiernos a revisar sus planes (de reducción de emisiones) e incrementar sus niveles de ambición. Y lo han hecho, pero no lo suficiente.
P: A la inversa, ¿se ha llegado a acuerdos que hayan superado sus expectativas?
R: El carbón y los subsidios a combustibles fósiles ha sido un tema que no habíamos incorporado en nuestro proceso hasta ahora, es un avance. El texto no es el ideal, no hay un compromiso tajante como nos habría gustado, pero probablemente hay algunos países que hubieran preferido que esos temas no aparecieran.
P: Precisamente el momento más dramático de la conferencia fue la enmienda que presentó la India a última hora para rebajar el compromiso sobre el carbón. ¿Cómo vivió ese instante que tomó por sorpresa a la mayoría de delegaciones?
R: Los combustibles fósiles y el carbón habían sido un tema controvertido desde que se inició la conferencia. Al momento de presentar estos documentos y de empezar a recibir los comentarios, tal como se esperaba hubo varios países que dijeron que esa mención les preocupaba y que querrían modificar el texto.
El presidente (de la COP26) hizo un llamado para que no se abriera el texto para poder reservar un equilibrio, pues era muy delicado en todos los componentes del paquete.
Al ver esta situación de conversaciones y negociaciones sucediendo allí físicamente, en el salón del plenario, fue un momento en el que había que tomar en cuenta las visiones, las preocupaciones y las realidades de cada país.
P: ¿Cómo hacer llegar a la ciudadanía que las decisiones aprobadas en la cumbre se traducen en acciones reales y que no son sólo "bla bla bla", que diría Greta Thunberg?
R: Poder traducir el cambio climático en el día a día es muy difícil. Pero el hecho de que las situaciones meteorológicas extremas se estén multiplicando y haciendo más violentas y frecuentes ha hecho que la gente despierte un poquito más.
Yo trato de abordarlo desde un punto de vista más amplio, para decir que no se trata solamente de si llueve mucho o llueve poco: se trata en el fondo de un tema de seguridad en el agua, de seguridad alimentaria, provoca migraciones de gente...
Y esas personas que de repente pierden todas sus bases de sustento y tienen que migrar están en una situación tan vulnerable que caen con mucha facilidad en manos del crimen organizado. Se trata de un tema que está amenazando a las instituciones y el funcionamiento de nuestras sociedades.
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