Movilidad

Primera prueba del BYD Atto 2: la pieza que le faltaba

Este SUV urbano se convierte en la puerta de acceso a la electrificación en la firma china ofreciendo un precio de lo más competitivo y un rendimiento sobrado. La única pega, su ajustada autonomía frente a unos rivales cada vez más numerosos

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Suma y sigue. Si a finales del año pasado conocíamos el BYD Sealion 7 (contacto) posicionado como uno de los modelos más aspiracionales, ahora ha tocado el turno de conducir el coche con el que BYD pretende seguir subiendo comercialmente. Y eso que durante el pasado mes de enero, la situación de ventas de la firma china no ha sido, para nada, mala pues se colocaron como el líder en los registros de coches con enchufe, poniendo especial foco en los cero emisiones con dos modelos entre los 10 más vendidos. Unos registros que, como decimos, seguirán subiendo gracias a la llegada a su portfolio de productos del BYD Atto 2 que ya hemos podido conducir y que se adentra en el segundo segmento de mayor demanda: los B-SUV.

Y es que resultaba sorprendente que BYD no tuviera un modelo enclavado en la categoría de mayor proyección en donde los modelos 100% eléctricos brillan por su ausencia a excepción de los propuestos por Stellantis. De hecho, uno de ellos, el Peugeot E-2008 (contacto) será su principal rival, principalmente por tamaño pues calca longitud, 4,31 metros, que también es la misma que el KIA EV3 (contacto) que para la coreana está enclavado en el segmento C. Para terminar con este conglomerado de siglas, solo puntualizar que BYD mete a este Atto 2 como B-SUV cuando el Dolphin (prueba), que es 2 cm más corto, está dentro del segmento C al rivalizar con, entre otros, el VW ID.3 (prueba).

Estética funcional

No es el más atractivo pero tampoco es exuberante. Es práctico. BYD

La comentada cota de longitud se completa con una anchura de 1,83 metros de largo y una altura de 1,67 metros, envueltas en un diseño práctico y sin florituras. Quizá al comienzo cueste que te guste, pero la realidad es que ha sido ‘dibujado’ para pasar desapercibido y no ir gritando a los cuatro vientos “soy un eléctrico”. Tanto es así que su paleta de colores, compuesta por cuatro tonos, es bastante anodina y solo el blanco Skiing de las imágenes o el verde Hikiing sobresalen ligeramente. Siguiendo con los detalles, entre los que más llaman la atención están las protecciones en la zona inferior lateral (al estilo de los extintos AirBump de Citroën) el techo de tipo flontante, las llantas de 17 pulgadas o la tira de LED trasera.

El interior es similar al del resto de BYD, es decir, de calidad y con una gran carga tecnológica. BYD

De puertas para dentro, uno percibe el mismo ambiente que en el resto de hermanos, lo que implica tener un puesto de conducción bien rematado, con materiales blandos que están perfectamente ajustados y con una fuerte digitalización. Aquí, como es habitual, el foco principal va a parar directamente a la pantalla central de 12,8 pulgadas (arranca en las 10,1” de serie) con control giratorio y con un sistema multimedia mejorado, con una nueva interfaz, similar a la del Sealion 7, más rápida y con funciones inéditas como el manejo táctil para subir o bajar la temperatura tocando con tres dedos en cualquier parte. Del mismo modo, emplea la navegación basada en Google, con información detallada del destino pero sin llegar a ser tan completa como la de los modelos que emplean Android Automotive. Por último, el usuario podrá configurar al gusto los widgets, mientras que los comandos físicos se seguirán colocando tanto en el volante como en una pequeña isleta en la consola central.

El espacio trasero es amplio pese a las contenidas dimensiones exteriores. BYD

Si nos centramos en la habitabilidad, los 2,62 metros de distancia entre ejes le brindan un espacio trasero considerablemente amplio, en el que dos adultos podrán viajar sin problema alguno por hueco para las rodillas y en el que destaca principalmente el de la zona para la cabeza. Si bien aquí el EV3 es ligeramente mejor, donde el coreano destaca sobre todo en maletero. Porque los 400 litros del Atto 2 se antojan un poco escasos frente a sus principales rivales, que se mueven en el ámbito de los 450 litros e, incluso, algunos de ellos proponen un frunk delantero para guardar los cables de carga, elemento del que carece nuestro protagonista. La ventaja del chino es que ofrece unas formas regulares y un doble fondo a colocar en dos alturas aunque el umbral de carga es ligeramente profundo.

Un motor de momento

A finales de año llegará otra alternativa con más autonomía. BYD

Mecánicamente hablando, el Atto 2 no complica la vida al usuario al estar disponible solamente con una única versión que declara 177 CV y 290 Nm. Un rendimiento con el que el todocamino urbano va más que sobrado para el día a día pero que no se complementa con un dato de autonomía acorde. Y es que de inicio este motor se combina con una batería de 45,1 kWh con la que homologa unos escasos 312 km en ciclo combinado, subiendo a 463 km en el entorno urbano. Datos que pueden llegar a condicionar la elección de aquellos usuarios que vean a este Atto 2 como una primera opción de familia, más aún si tenemos en cuenta que las versiones de acceso de sus principales rivales también se mueven en los 450-500 km.

La potencia de carga es bastante baja.BYD

Por suerte, durante el tercer trimestre del año BYD aumentará las opciones con el bautizado como Atto 2 Comfort que vendrá asociado a una batería de mayor capacidad con la que poder llegar ya a los 420 km en ciclo mixto que si bien sigue siendo inferior a la del EV3 e incluso E-2008, ya es un rango más lógico. Si bien falta la confirmación oficial, entendemos que este Atto 2 de largo recorrido equipará la misma batería que el Atto 3 (prueba), lo que implica tener una capacidad de 60,5 kWh. Además, con este paquete, el tiempo de recarga para pasar del 10 al 80% se reducirá de los 37 del conocido a los 25 minutos, pues en esta primera versión la potencia de carga máxima es de 65 kW (en alterna mantiene los 11 kW). Como en el resto de BYD cuenta con la función de carga bidireccional.

Primera prueba del BYD Atto 2

En marcha su máxima es la de ser un vehículo confortable. BYD

En marcha, las primeras sensaciones nos llevan a pensar que el coche podría dar más de lo que da, reincidiendo de nuevo en el apartado de la autonomía. Si bien en la toma de contacto el gasto medio obtenido fue bastante satisfactorio, con poco más de 16 kWh/100 km en la ruta, lo que implica haber clavado el dato oficial, la realidad es que a poco que seas más contundente con el acelerador el recorrido total no llegará a los 300 km. Por lo demás es un coche muy al estilo BYD, es decir, equilibrado y confortable. Tiene una suspensión blanda y cómoda enfocada sobre todo al uso urbano y no tanto a carreteras secundarias, donde la carrocería tiende a balancearse en exceso. Un entorno en el que también peca de ofrecer una dirección poco comunicativa, mientras que el ruido aerodinámico es demasiado evidente al circular por autovía confirmando que su hábitat natural es la metrópolis.

Aunque puede salir de la ciudad, la urbe es su entorno preferido. BYD

Un hecho que no casa en demasía con el nivel de potencia ofrecido, pues repetimos es más que suficiente para la urbe e, incluso, para los trayectos interurbanos. Responde con contundencia y aunque cubre el 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza los 160 km/h de punta, la sensación es la de tener un coche ágil en los primeros metros. Además, con el modo Sport activado, las sensaciones se incrementan. Sin salir de los modos, mantiene la doble intensidad de la frenada regenerativa (Standard y High), aunque ninguna de los dos funciona como un solo pedal.

Un precio competitivo

Puede ser perfectamente una primera opción de familia.BYD

Yendo al detalle más interesante para el usuario, el precio, BYD aquí sí lo ha enclavado como un modelo del segmento B ya que los 29.990 euros de los que parte suponen 7.000 euros menos que el coste del Atto 3 (contacto) y 5.000 euros menos que el Dolphin. Pero lo mejor es que en comparación con los dos contendientes que se han repetido en estas líneas, resulta ser 10.000 euros más barato que el E-2008 y 7.000 euros menos que el EV3, e incluso es 5.000 euros más económico que el nuevo Ford Puma Gen-e.

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Otra ventaja, que la versión más equipada cuesta solo 2.000 euros más, mientras que el futuro Atto 2 Confort hará lo propio en los 37.500 euros que, aquí sí, está en línea con la competencia. Sin embargo es de esperar que en el futuro, la firma china establezca el mismo descuento que aplica ahora  a los acabados Active y Boost a los que añade el término Urban Edition rebajando al mismo tiempo la tarifa hasta los 28.780 y 30.280 euros, convirtiéndose así en tarifas de lo más interesantes incluso sin las ayudas gubernamentales.

Es el eléctrico más económico de la firma china. BYD

Lógicamente, con la esperada llegada de un nuevo plan de ayudas, estos precios se quedarían en el ámbito de los 21.000 euros, siendo ya un modelo muy a tener en cuenta y del que bien podríamos olvidar sus carencias. Más aún si tenemos en cuenta que el equipamiento de serie también le coloca un peldaño por encima de sus rivales, ya que desde el Active incorpora faros LED con asistente de carretera, techo panorámico, sensores de aparcamiento traseros y cámara posterior, tapicería de cuero artificial, climatizador, pantalla central de 10,1” y llantas de 17 pulgadas entre otros.

Galería de imágenes del BYD Atto 2

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