Conducimos la gama Invicta Electric: soluciones para todos

La movilidad eléctrica sigue avanzando y en un 2023 en el que se han incrementado las ventas de coches cero emisiones en más de un 70% todavía hay cuestiones que siguen sin resolverse. Una es la de las ayudas gubernamentales de manera directa; otra la de una infraestructura de carga y la que más preocupa a los usuarios, un precio admisible de compra. En este último punto es en el que nos detenemos tras haber probado la gama de Invicta Electric que quiere atacar de manera positiva al bolsillo de los conductores.

Porque la firma española propone no solo un portfolio de productos capaz de cubrir las necesidades de todo tipo de usuarios sino que en muchos de esos casos lo hace proponiendo tarifas más que asequibles. En este caso uno de los clientes potenciales que busca la empresa son, sobre todo, los jóvenes y principalmente aquellos que puedan optar desde ya por el carné de conducir B1 y que permite movilizar a los menores de 17 años, un espectro que cobra sentido si tenemos en cuenta que casi el 46% de los menores de 30 años no se ha sacado el carné.

Dicho esto, no queremos decir que los coches de Invicta sean exclusivamente para personas menores de edad sino que también son una solución de movilidad que no hace sino aumentar el número de opciones disponibles en la marca, que cuenta además de con coches, con patinetes, bicicletas y scooters. Pero en estas líneas lo que vamos a hacer es traerte algunos de los coches que en El Periódico de la Energía ya hemos podido conducir.

Invicta Pocco

Es el modelo que encarna perfectamente ese espíritu de movilidad juvenil enfocado a esos futuros usuarios del carné B1. Hablamos de un coche que mide tan solo 3 metros de largo por 1,5 de acho y 1,51 de alto, cotas que le convierten en el perfecto ciudadano. Pese a todo no perdemos un diseño llamativo y desenfadado con un interior moderno que cuenta con pantalla multimedia de 10,8 pulgadas y con un maletero muy solvente (está configurado para dos personas). Declara 150 kilómetros de autonomía pudiendo cargar su batería de 9,3 kWh en un enchufe doméstico en menos de horas dependiendo de la potencia que tengamos (8 horas en el peor de los casos), mientras que en lo referente al rendimiento, genera 15 kW de potencia, cuenta con modo Sport, y alcanza los 90 km/h de velocidad máxima. Su precio: 16.000 euros de PVP que se acaban quedando en 10.710 euros si sumamos el plan MOVES, la financiación y la deducción del IRPF.

Ivicta Pony

Prolongación de la filosofía del Pocco pero con un diseño más sobrio y de formas cuadras, algo más de longitud (3,10 metros) y un interior ligeramente más espacioso, que se mantiene biplaza, pero que cuenta con un maletero de nada menos que 700 litros, así como tecnológico pues el cuadro digital es de 12 pulgadas. En lo que a rendimiento se refiere aquí ya subimos el listón a los 20 kW de potencia que ofrece 100 km/h de velocidad máxima y que se alimenta de la energía almacenada en una batería de 13,3 kWh que da para recorrer 170 km sin parar.

Es una de las unidades que nosotros más pudimos probar y resulta satisfactorio para cualquier escenario, incluida la carretera abierta donde los 100 km/h se consiguen con facilidad y no dan sensación de inseguridad. Solo le ponemos una pega, es lo estrecho que resulta para que viajen dos adultos, no demasiado corpulentos, en su zona delantera. Un mal que vimos también en el Dacia Spring (prueba) y que quizá goza de más sentido en este Pony porque es significativamente un coche más pequeño. En lo que a precio se refiere, parte de los 20.500 euros pero con todas las promociones, subvenciones y deducciones se puede quedar en unos más que atractivo de 11.563 euros.

Invicta Spartan

Sin duda la mayor sorpresa de todas. Tanto por diseño como por comportamiento e incluso precio, aunque negativamente hablando en este caso. Un coche que te traslada a los todoterrenos más clásicos, duros, robustos y capaces de subir cualquier zona escarpada sin necesidad de tirar de la electrónica. Un 4x4 como los de antes pero en formato actual, con un sistema de propulsión eléctrico que da para mucho. En esencia hablamos de un vehículo que ha cogido la carrocería y el chasis de un UAZ ruso y que ha sustituido todos los componentes mecánicos por un sistema eléctrico con un motor de 120 kW de potencia, 600 Nm de par y una batería de 63 kWh que le proporciona una autonomía de 262 km y en la que se puede recuperarse el 80% de la misma en 1 hora en una toma de corriente continua.

Un modelo que hace honor a su nombre pues espartano en todos los aspectos, desde el diseño exterior que más bien parece militar, hasta el interior sin prácticamente un elemento de lujo y confort. Está pensado para dar botes, saltar y escalar cualquier roca para lo cual cuenta con una reductora conectable (impropio en los tiempos que corren), capaz incluso de arrastrar un remolque de 2.500 kilos. Fabricado en la República Checa, reuniría todo lo necesario para convertirse en un auténtico icono off road sino fuera por el precio, pues Invicta pide 70.095 euros que se quedan en los 58.302 con los descuentos comerciales y se rebajan a los 44.902 euros con las ayudas.

Invicta EVUM aCar

Para finalizar tenemos a un representante del segmento comercial. El trabajador más entregado y respetuoso con el medio ambiente que cuenta con tracción 4x4 y caja trasera. Fabricado en Múnich tiene el objetivo de convertirse en una alternativa para flotas municipales en servicios de cuidado forestal, de jardines o playas. Eroga 20 kW, su velocidad punta es de 70 km/h, brinda una autonomía de 250 km en el caso de la batería más grande, con 27 kWh (tiene otra de 13,7 kWh que homologa 150 km) y permite cargar hasta una tonelada de peso. Además, para no consumir energía de la batería al encender la climatización, cuenta con un depósito auxiliar de bioetanol. Su precio es de 63.560 euros que se acaba quedando en los 39.447 euros con todas las promociones.