VÍDEO| Prueba del Nissan Ariya: la unión del éxito

En 2007 Nissan reinventó las reglas del mercado del automóvil lanzando el primer Qashqai. Un producto que no necesita presentación y que se convirtió en un auténtico superventas. A finales de 2010, la firma nipona volvió a agitar los cimientos del sector lanzando el primer Leaf, un modelo 100% eléctrico de corte generalista, con casi 250 de autonomía y un precio más accesible para el gran público. Con sendos modelos, Nissan se convertía en la dominadora de los dos segmentos que representaban el presente y el futuro del sector.

Sin embargo, hoy, Nissan ha perdido dichas posiciones quizá por haber confiado demasiado en la longevidad de sus productos o por el mero hecho de que la competencia en ambas categorías ha ido in crescendo exponencialmente. De ahí que la firma de Yokohama haya decidido tirar por la calle de en medio presentando el que sería el sucesor de ambos, el Nissan Ariya que ahora probamos en profundidad tras haberlo conducido hace algunas semanas. Un modelo que podríamos decir que surge de cruzar un Qashqai con un Leaf convirtiéndose en el primer crossover 100% cero emisiones de Nissan. Hoy en El Periódico de la Energía vamos a realizar una de esas pruebas de gama que tanto nos gustan tanto la versión de mayor batería como la de acceso.

Entra por los ojos

Como ya te hemos dicho, el Nissan Ariya es un crossover que se enmarca en el núcleo del segmento C, el de los compactos. Tiene una longitud de 4,60 metros por lo que es 18 cm más largo que un Qashqai, cota que completa con una anchura de 1,85 y una altura de 1,66 metros. Estrena el nuevo patrón estético de Nissan, con superficies fluidas, sin aristas y con un diseño muy aerodinámico que le permite cifrar un Cx de solo 0,29.

Entre algunos de sus elementos estéticos más destacados están la evolución de la parrilla V Motion, con una calandra completamente carenada adornada en el interior con un patrón que evoca el arte japonés, unos faros matriciales con unos grupos diurnos prominentes, llantas hasta de 20 pulgadas o una tira de LED trasera que conecta los pilotos traseros y que es novedad en la marca. Como último apunte deciros que la pintura bicolor con techo en negro es de serie en la versión de batería grande así como la elección del tono Akatsuki Cooper (bronce) del que ojo, NIssan asegura que en función de la luz que incida en la carrocería, se muestra verde, morado o negro. Si ellos lo dicen…

Ambiente acogedor

En el interior el primer objetivo de los diseñadores nipones ha sido la de trasladar su acogedor hogar al coche y parece que lo han conseguido porque para un servidor este Ariya es el Nissan que mejores calidades presenta de todos los modelos actuales. A destacar la combinación de colores así como la elección de materiales nobles como el cuero. El diseño se limpio, minimalista y ordenado con un salpicadero completamente digital presidido por dos pantallas de 12,3 pulgadas unidas bajo un mismo marco. La del cuadro de instrumentos ofrece los mismos grafismos que el Qashqai y aunque cuenta con muchos menús es sencillo de manejar incluso en marcha. Por encima, además, se ubica un Head-up Display proyectado en el parabrisas también con mucha información.

La central incluye la última evolución del sistema multimedia con una interfaz más rápida e intuitiva, más próxima a la de los smartphone actuales. Cuenta con muchos widgets a configurar así como menús relativos al sistema eléctrico entre los que están el rango de actuación, la programación de la carga, la preclimatización o los registros de consumo casi en tiempo real.

Pero si hay un elemento a destacar de este puesto de conducción es la amplitud. Algo que consigue gracias, en gran parte, a la desconexión del salpicadero con el túnel central. En lo que respecta a este último se guarda además un as en la manga ya que se desplaza de manera eléctrica para llevarlo más atrás o más adelante. Pero si hay algo que me encanta de este Ariya es el gusto por el detalle como bien queda representado con los comandos táctiles hápitcos incrustados en las propias molduras.

Bajo la pantalla se encuentran los más representativos del climatizador (que luego tendrá que ser manejado a través de la pantalla) mientras que en la consola están los relativos a los modos de conducción, el asistente de aparcamiento y el que esconde una guantera central muy práctica y profunda. Yo no he estado en Japón pero esto parece más la casa de los secretos que otra cosa… Hablando de secretos, el retrovisor puede ser igualmente digital. No es el primero, peo siempre queda bien.

Espacio por doquier

En lo referente al espacio trasero, los ocupantes gozarán de un generoso espacio gracias a los 2,77 metros de batalla. Un adulto de 1,80 metros tendrá espacio de sobra tanto para las rodillas como para la cabeza mientras que por achura podrán incluso acomodarse tres dado que el central no tiene un túnel voluminoso que lo moleste. El confort está garantizado gracias a las salidas de aire, las tomas USB y los asientos calefactables que vienen de serie a partir del acabado intermedio.

La capacidad del maletero varía en función de la versión escogida. En las de tracción delantera, es decir, con un solo motor, tenemos 466 litros mientras que en las e-4ORCE de tracción total, con dos motores, se rebaja hasta los 408 litros. Es una capacidad reducida para un coche de estas características pues el Qashqai cifra 504 litros siendo más pequeño. Destaca por su modularidad gracias al doble fondo que ofrece y que resulta útil para guardar los cables de carga. Por cierto, la apertura y cierre eléctricos con función manos libres es también de serie.

Opciones para todos

Como os decíamos, este Ariya ha sido lanzado no con una ni dos versiones, sino con cinco cuyas potencias van de los 218 a los 394 CV en función del número de motores que hayáis escogido. Eso sí, dentro de elección, la potencia puede variar pues los 4x2 tiene 218 CV o 242 CV y los E-4ORCE que son los 4x4, 278, 306 y 394 CV.

Se pueden elegir dos tipos de batería, una de 63 kWh de capacidad neta y otra de 87 kWh con la que llegar a un rango de entre 400 y 525 km a razón de un consumo de entre 17,6 y 19,5 kWh/100 km. Como os hemos dicho, aquí probamos dos: el de 242 CV con batería de 87 kWh, es decir, la que más rango ofrece de toda la gama Ariya por homologar esos 525 km aunque en la práctica nosotros hemos estado midiendo unos 440 km aproximadamente; y el de acceso con una potencia de 218 CV y la batería de 63 kWh que le permite homologar 403 km que en la práctica se acabarán quedando en 300 km.

Sobre el papel la versión de 87 kWh sería la más recomendable para realizar largos viajes y no estar preocupado de si vamos a llegar o no, pero para el día a día y para circular ya con comodidad esta de 218 CV es más que suficiente. Esa cifra de potencia la acompaña a de un par máximo de 300 Nm que es el mismo que el de 242 CV consiguiendo la misma punta de velocidad y, curiosamente, un 0 a 100 km/h una décima menor. Eso se debe a que el peso de este Ariya es menor, de 190 kilos para ser más exactos.

Su conducción me ha sorprendido por tener un perfecto compromiso entre confort y dinamismo. Tenemos tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport con el que cambiamos el rendimiento general y el tacto de algunos elementos. Me ha gustado el tacto de la dirección, de la suspensión e incluso del freno. En este último caso os tengo que hablar del e-Pedal ya famoso de Nissan con el que podemos realizar una conducción de un solo pedal con activarlo aumentando la intensidad de la regeneración. Aquí me sorprende que no haya varios niveles pero es porque Nissan asegura que acorde a los comentarios de los usuarios del Leaf suelen acabar empleando el e-Pedal en lugar de los niveles intermedios. A mí me gusta tener varios niveles pero para gustos…

Respecto a la carga la ventaja del 63 kWh es que podrás llenar la batería en menos tiempo pues independientemente de cuál elijas la potencia es siempre la misma, hasta 22 kW en corriente alterna, aunque eso sí dicho cargador es opcional y cuesta 1.000 euros, y 130 kW en corriente continua. En el menor de los casos tardarás 30 minutos en llenar el 80% y en la máxima potencia en CA, entre 3 y 4 horas dependiendo de la versión. Por cierto, respecto a la seguridad, no hay peros porque este Ariya trae el ProPilot ASsist 2.0 con conducción semiautónoma 2 y un sinfín de asistentes a la conducción.

En definitiva

Nisan supo adelantarse a todos tanto en referente a SUV como a eléctricos. Sin embargo, en los últimos años se ha dormido un poco en los laureles y mucho ha tardado en presentarnos un producto que, probablemente tenía que haber visto la luz antes. Sea como fuere, nunca es tarde si la dicha es buena y este Ariya tiene todo lo necesario para conseguir seguir con la senda de éxito de los modelos en los que se ha reflejado. Ahora bien, los tiempos cambian y este Ariya resulta ser bastante más caro que aquel primer Leaf y no digamos que el Qashqai original. Porque este Ariya que estáis viendo aquí, con motor de 218 CV y batería de 63 kWh parte de los 47.900 euros para el acabado Advance y 52.400 euros para el Evolve, el más razonable y el que hemos probado en las dos versiones.

En cambio si volvemos al Ariya de 87 kWh que es el que a mí más me ha gustado ya tendrás que pagar 57.900 euros que se suben hasta los 60.900 en el caso de añadir la tracción e-4ORCE. La elección la tienes tú pero es cierto que este Ariya destaca por diseño, amplitud, comportamiento e incluso recorrido, aunque eso sí, en este de 87 kWh. Dicho esto, yo he elegido pero, ¿y tú, con cuál te quedas? Ves además al Ariya como digno rival de Skoda Enyaq, VW ID.4, KIA EV6, Ford Mustang Mach-e, Hyundai IONIQ 5 e incluso con otros de corte premium como los BMW iX1, Audi Q4, EQB o Model Y?

Galería de fotos del Nissan Ariya