¿Qué coche compraríamos los españoles en un futuro cercano?

En un momento de auténtica incertidumbre comercial, donde pese a que las matriculaciones de coches electrificados siguen a la baja, si el usuario medio tuviera que cambiar de coche en los próximos meses escogería un vehículo híbrido o eléctrico. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado el último estudio de tendencias de mercado 2024/2025 publicado por Sofinco.

Concretando un poco más, el 73% de los españoles encuestados estaría dispuesto a comprarse un vehículo eléctrico o híbrido si tuviera que cambiar de coche en los próximos meses aunque la mayoría de los conductores admiten que barajan cambiar la propulsión de los vehículos en sus próximas compras. Para la adquisición del próximo coche casi un 30% de los ciudadanos asegura que será un coche de motor de gasolina, mientras que casi el mismo porcentaje (28%) se decanta por la adquisición de un vehículo híbrido nuevo, lo que supone prácticamente un empate entre ambas opciones.

En cualquier caso, si se suman a todos aquellos que están estudiando comprar un vehículo híbrido nuevo (28%), más los que se decantan por un vehículo híbrido enchufable nuevo (16%), resulta que un 44% de los futuros compradores apuestan ya por motores más sostenibles y con los sellos ECO y CERO. El 7% restante declara que se compraría un vehículo híbrido enchufable de segunda mano, el 6% optaría por un eléctrico puro de segunda mano, otro 4% apostaría por el vehículo de gas. Así, un 3% se decantaría por el hidrógeno y tan sólo el 3% elegiría el gas natural Comprimido.

Los grandes retos

Asimismo, las preferencias de los españoles se enfrentan a dos grandes retos detectados entre los consumidores. Por un lado, los precios más elevados que aún tiene la tecnología eléctrica, según el 63% de los consultados y, por otro, la falta de infraestructuras de recargas públicas suficientes que permitan viajar con tranquilidad por la que se preocupan más de la mitad de los clientes.

Entre los motivos para dudar de la compra de un coche eléctrico, se apunta además la falta de recargas en domicilios o la incertidumbre que provoca la todavía incipiente red de puntos de carga públicos a la hora de emprender un viaje. “La sociedad está comprometida con la sostenibilidad de la movilidad, aunque también recoge los inconvenientes que hacen que el paso del vehículo de combustión al eléctrico se esté desarrollando de forma no traumática”, ha asegurado el responsable de auto en Sofinco, Ignacio Gugel.