La elección de la Mesa del Congreso ha despejado el camino a la investidura de Mariano Rajoy. Con el apoyo de Ciudadanos y casi todas las fuerzas nacionalistas se podría cerrar un año de incertidumbre política. Y si todo sigue adelante como parece, ¿qué ocurrirá en materia energética?
Todos los partidos políticos han asegurado que es necesario un Pacto de Estado para dar seguridad jurídica y certidumbre al sector energético en el medio y largo plazo, y aunque todos están de acuerdo en que el futuro es renovable, lo que no queda tan claro es el ritmo que marcará su desarrollo. Pero hay mucho más.
Si solo hay un acuerdo para la investidura, el Gobierno del PP gobernaría en minoría, lo que dejaría mucho juego a lo que se decida en el Congreso. Durante la pasada y corta Legislatura, varios PNL (Proyectos No de Ley) se aprobaron en la Comisión de Industria por mayoría, como bonificar al carbón nacional, cerrar definitivamente Garoña, prohibir el “fracking” en España, declarar el Mar Mediterráneo libre de prospecciones de hidrocarburos, establecer un calendario de desmantelamiento de las instalaciones marinas y terrestres del almacén de gas natural Castor, medidas para paliar la pobreza energética… Y prácticamente en todas el Partido Popular voto que no, pero Ciudadanos que sí.
¿Y ahora? Dependerá de si Ciudadanos hace suya la frase "Donde dije digo, digo Diego", porque el programa energético del PP no difiere mucho del de Ciudadanos. Por ejemplo, una de las cuestiones más espinosas es el cierre de las centrales nucleares. Tanto un partido como otro están de acuerdo en que es una cuestión que no debe decidirse políticamente porque es una decisión que depende del Consejo de Seguridad Nuclear. Así que la pelota está en el tejado del CSN.
Otro asunto muy polémico es el autoconsumo y su controvertido 'impuesto al sol'. El Real Decreto que aprobó el gobierno de Rajoy el pasado mes de octubre ha sido criticado por todas las fuerzas políticas... también por Ciudadanos y por todas las fuerzas nacionalistas. Hasta 18 partidos políticos, prácticamente toda la oposición al Partido Popular se comprometieron a derogarlo o modificarlo si llegaban al Gobierno. No parece difícil que el autoconsumo en España vaya a ser diferente dentro de unos meses.
Y el último es el fracking. Un tema que se aborda parecido entre PP y C's pero con matices. El Partido Popular no es partidario de desprenderse de ninguna tecnología, lo que significa que no va a renunciar a conocer cuáles son los recursos del país en hidrocarburos, y Ciudadanos descarta el fracking, no lo prohibe. Descartan la técnica primero por los impactos medioambientales y segundo porque los recursos que se supone que hay en este país son suficientes para paliar la dependencia energética que tenemos. Pero entienden que hay que darle una solución a las inversiones ya hechas.
En este asunto, los partidos nacionalistas son más críticos. No hay que olvidar el enfado monumental que hubo en Cataluña tras conocer que el Tribunal Constitucional anulaba la ley que prohibía el 'fracking' en su territorio, y hace tan solo uno días el PNV se posicionaba en contra de utilizar el ‘fracking’ como método de extracción de gas, aunque asegura que "se continuará con la realización de estudios, trabajos y análisis necesarios para tratar de conocer la presencia de potenciales recursos de gas natural, siempre dentro de la legislación".
En definitiva, renovables sí pero poco a poco, las nucleares continuarán como hasta ahora, se mirará con lupa los proyectos de fractura hidráulica aunque inicialmente se realizarán desde el punto de vista de exploración, se modificará ligeramente el autoconsumo y ¿Garoña? Dependerá del próximo informe del CSN.
Eso si el curso de los acontecimientos sigue como parece.
Un análisis de Laura Ojea.
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