Recargar el coche eléctrico en casa aprovechando la tarifa nocturna más barata es la opción más ventajosa económicamente para los usuarios de este tipo de vehículos, según un estudio de tres investigadores de Tecnalia y la UPV/EHU.
Los especialistas Carlos Madina, Inmaculada Zamora y Eduardo Zabala han realizado una evaluación sobre las ventajas de recargar el vehículo eléctrico en dos modalidades (carga lenta y rápida) y en tres emplazamientos distintos: la recarga lenta en la propia casa del usuario, la rápida en las eletrolineras de las autopistas y la de centros comerciales y aparcamientos urbanos.
El estudio ha sido motivado por el hecho, a juicio de sus autores, de que los vehículos eléctricos empiezan a ser una opción real en las preferencias de los compradores y a que la demanda de este tipo de transporte crece en todo el mundo, aunque en España apenas suponen todavía el 0,3% del total de los turismos vendidos en 2015.
Por contra, en Holanda su cuota del mercado escala hasta el 9,6% y en Noruega al 23%, revela el estudio, por lo que las compañías se prepararan para crear infraestructuras de recarga en distintos puntos de las ciudades y redes viarias, como las autopistas.
Los investigadores de Tecnalia y la UPV/EHU consideran que "el mejor precio se conseguirá conectando el vehículo por la noche en casa, aprovechando las tarifas nocturnas". "Otra ventaja de la carga privada sería la comodidad, por hacerla en casa y no tener que identificarte, pagar aparte, etc; además del coste, que no llegaría a 1 euro", explica Carlos Madina.
La carga rápida en electrolineras de las autopistas permitiría aumentar la autonomía del coche en muy poco tiempo (menos de media hora), con lo cual se podrían realizar trayectos más largos que los 100-150 kilómetros de autonomía que tiene actualmente un vehículo eléctrico convencional. "Pero es muy cara, tanto para el cliente como para el propietario del poste, pues el precio que pagaría el usuario dependería del uso de la infraestructura de recarga, ya que la mayor parte de los costes del operador de la misma son fijos", señala Madina.
"Hablamos de unos 10 euros por cargar el vehículo para hacer 100 kilómetros, aunque, en ubicaciones con mucho uso, el precio podría ser menor que en otras menos utilizadas", precisa.
La carga en puntos de interés como centros comerciales o aparcamientos urbanos, según la investigación, permite aumentar la autonomía del coche a precios más bajos.
"Por ejemplo, si se ha agotado la autonomía por desplazarse a realizar compras o por motivos de ocio, los precios son asequibles, comparables al coste por kilómetro de un coche tradicional. Unos 5 euros darían para unos 70 kilómetros de autonomía, y en tiempos razonables: 2 horas, que se pueden dedicar a ir al cine, de compras, etc".
Carlos Madina sostiene que "puede ser cosa de tres o cuatro años, aún no está claro, pero la revolución del coche eléctrico será una realidad, también entre nosotros". "Sólo falta que el precio de los vehículos eléctricos se acerque más al de su equivalente de gasolina y que aumente su autonomía a 200-250 kilómetros por carga", concluye.
El informe, titulado "Methodology for assessing electric vehicle charging infrastructure business models" (Metodología para la evaluación de los modelos de negocio de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos) ha sido publicado en la revista Energy Policy.
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