Alemania está debatiendo una serie de ideas para impulsar las ventas de vehículos eléctricos (VE) y apoyar la transición de una de las industrias más importantes del país. La industria automovilística se enfrenta a continuas dificultades, causadas en parte por unas ventas de vehículos eléctricos (VE) inferiores a las previstas.
Martin Daum, director de Daimler, propuso un recargo de 10 céntimos por litro de gasolina para incentivar el cambio a los coches eléctricos. “Si seguimos adelante y decimos que cada 1 de enero se añadirán 10 céntimos por litro de gasolina, desde ahora hasta la eternidad, esto se mantendrá dentro de las oscilaciones regulares del precio del combustible en los primeros tres o cuatro años” y producirá los efectos deseados en un plazo relativamente corto, dijo Daum en una entrevista a la emisora pública SWR.
“En algún momento, esto te picará tanto que no volverás a pensar en comprar un coche con motor de combustión y directamente te decantarás por un VE en su lugar”, argumentó el directivo. Daum dijo que subir el precio del combustible sería una forma muy sencilla de reducir las emisiones de carbono, pero afirmó que ningún responsable político se atreve a sugerirlo “porque probablemente la mayoría de los ciudadanos no lo acepte”.
Daum añadió que una nueva prima al comprador no es actualmente una solución al problema. “Esto sólo tiene sentido en las primeras fases, cuando se trata de probar nuevas ideas tecnológicas y los clientes corren un riesgo y no saben si funcionará”, dijo. Los vehículos eléctricos han superado claramente esta fase, añadió Daum.
Desguace
Por otro lado, un análisis del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) concluye que la introducción de un “plan voluntario de desguace” (Abwrackprämie) de coches viejos con motor de combustión podría estimular las ventas de VE y reducir las emisiones. Según el ICCT, conceder una subvención a los propietarios de vehículos que cambien de motor sería una opción rentable que también maximizaría los beneficios para la salud de la sociedad gracias a la reducción de la contaminación atmosférica. El análisis se centró en un plan de desguace para coches diésel de entre 15 y 25 años, por el que los propietarios deberían recibir el 80% del valor residual del vehículo.
“Los costes de producción de los combustibles electrónicos son prohibitivos y su importación de otras regiones fuera de Alemania sería, incluso en 2030, hasta tres veces más cara que un plan de desguace voluntario”, declaró Peter Mock, director del ICCT Europe. “Depender de los e-combustibles también nos aleja de nuestro objetivo de reducir la contaminación atmosférica y salvaguardar la salud pública”, añadió.
Los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz (SPD) propusieron recientemente una prima de desguace para los coches viejos de combustión cuando se cambien por un VE, según informó la agencia de noticias dpa en septiembre. La propuesta fue rápidamente rechazada por uno de los socios de coalición del SPD, los proempresariales Demócratas Libres (FDP), argumentando que conllevaría demasiada burocracia y favorecería a una tecnología en detrimento de la otra.
La industria automovilística alemana se enfrenta a elevados costes de inversión y una baja demanda de coches eléctricos. El cambio a la movilidad eléctrica está sacudiendo redes industriales y prácticas de producción centradas en los motores de combustión. Los retos se ven exacerbados por la tardía decisión de los fabricantes de automóviles alemanes de aumentar significativamente sus inversiones en vehículos eléctricos y tecnología de baterías, donde se enfrentan a una feroz competencia internacional y están rezagados en campos clave.
Miguel
18/10/2024