El Gobierno británico tiene previsto incrementar desde el próximo año la carga impositiva a los automóviles diésel que no cumplan con la última normativa europea sobre emisiones, como parte de sus esfuerzos para reducir las emisiones en las ciudades.
Las ventas de coches diésel han experimentado una disminución del 15% en lo que va de año en el mercado europeo, mientras que la demanda de automóviles impulsados con motores de gasolina ha registrado un crecimiento del 3%.
Así, el ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, mostró su intención de que podría incrementar el impuesto especial sobre los vehículos (VED, por sus siglas en inglés) desde abril del próximo ejercicio para los modelos diésel que no cumplan con la normativa sobre emisiones más exigente.
"El sistema impositivo puede jugar un rol muy importante en la protección del medio ambiente", explicó el titular de Finanzas de Reino Unido. "Debemos a nuestros hijos que el aire que respiren esté limpio", aseguró.
Esta modificación de las tasas a los vehículos supondrá un incremento de 20 libras (casi 23 euros) en el coste del VED para los vehículos pequeños que no cumplan con los últimos estándares de emisiones, mientras que para los modelos de mayor tamaño el aumento sería muy superior.
Desde el Gobierno británico señalaron que este incremento del impuesto no se aplicará a la próxima generación de vehículos diésel que esté certificado que cumplen con los límites de emisiones bajo condiciones reales de conducción.
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