Repsol ha alcanzado un acuerdo con Armstrong para reestructurar sus intereses estratégicos y su participación en el desarrollo del proyecto North Slope, en Alaska, según informó la sociedad estadounidense.
En concreto, el acuerdo entre la petrolera y Armstrong incluye una combinación de efectivo, control operativo, compromisos de inversión y ajustes contractuales por unos 800 millones de dólares (unos 703 millones de euros).
Repsol era el operador del consorcio descubridor, con una participación del 70%, en asociación con Armstrong Oil and Gas, que poseía el 30% restante a través de las sociedades 70 & 48 LLC y GMT Exploration Company.
Según el acuerdo de reestructuración, Armstrong adquiere una participación del 15%, que añade al 30% que poseía, en el área de desarrollo inicial cerca del delta del río Colville, donde se han llevado a cabo la mayoría de las actividades de exploración y evaluación. Además, la compañía estadounidense tiene la posibilidad de adquirir un 6% adicional y asumir el papel de operador en el área de desarrollo, cuenta Europa Press.
Armstrong también adquiere una participación del 45%, que une así al 30% que ya poseía, y pasa así a ser operador del consorcio en las zonas de exploración conjunta (de más de 750.000 acres).
Así, está previsto que Armstrong, una vez ejerza su opción sobre el 6% adicional, poseerá una participación del 51% en el área de desarrollo y del 75% en la de exploración en el consorcio, mientras que Repsol contará con el 49% y el 25%, respectivamente. Como parte del acuerdo, se retrasarán las pruebas exploratorias previstas para el invierto 2015-2016, añadió la compañía estadounidense.
Para Repsol, esta operación se enmarca en su estrategia de optimización de su cartera tras la incorporación de los activos de Talisman Energy. Además, el grupo petrolero no deberá hacer frente unos compromisos de inversión a futuro en el proyecto que no serán necesarios completar.
Plan estratégico
La petrolera presidida por Antonio Brufau presenta este jueves su Plan Estratégico 2016-2020 que marcará la hoja de ruta tras la adquisición de la canadiense Talisman Energy por 7.500 millones de euros y con la que la petrolera hará frente los próximos cinco años a un contexto marcado en el sector por los bajos precios del petróleo.
Con la adquisición de la canadiense, Repsol ya anunció que llevaría a cabo desinversiones en activos no estratégicos por 1.000 millones de dólares (unos 890 millones de euros), una cifra que la petrolera ya superó holgadamente con las ventas que ha realizado en las últimas semanas.
En concreto, el grupo ya se ha desprendido de parte de su negocio de gas canalizado, vendido a Gas Natural Fenosa y Redexis por 652 millones de euros, así como de su participación del 10% en CLH, colocada por 325 millones de euros, y de unos bloques explotarios en Canadá, operaciones que le han reportado más de 1.000 millones de euros.
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