Rusia ha anunciado la suspensión de las negociaciones para el tendido del gasoducto Turkish Stream, que debía suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y territorio turco, evitando así el tránsito a través de Ucrania.
"En estos momentos las negociaciones están congeladas, más aún cuando se han suspendido las labores de la comisión intergubernamental de cooperación económico-comercial por orden del Gobierno", dijo Alexandr Novak, ministro de Energía, a medios locales.
Novak hizo este anuncio después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, acusara a Turquía de "llenarse los bolsillos con petróleo robado" por el Estado Islámico en Siria e Irak durante el discurso sobre el estado de la nación en el Kremlin.
El Gobierno ya había prohibido las importaciones de determinadas frutas y verduras de Turquía, y suspendido los vuelos chárter tras el derribo del bombardero Su-24 en Siria, pero éste es el proyecto más importante entre ambos países, especialmente para Rusia.
Este gasoducto, que debía entrar en funcionamiento en 2019, debía reemplazar al South Stream, al que el consorcio ruso Gazprom renunció ante la oposición de la Unión Europea al proyecto.
Rusia, que tenía previsto redirigir hasta la frontera greco-turca el gas que transita ahora por Ucrania, esperaba recibir pronto la autorización para iniciar los trabajos de proyección del estratégico gasoducto con el fin de tender el primer hilo en diciembre de 2016.
Con todo, las negociaciones ya se habían complicado después de que Ankara exigiera a Moscú un descuento en el precio del gas antes de firmar el acuerdo.
"La concesión de un descuento por valor de un 10,25 % fue abordado de manera verbal. No está plasmado en ningún documento. Consideramos que esto no es correcto", dijo recientemente Aliz Riza Alaboyun, ministro turco de Energía, durante una visita a Moscú.
Este asunto se abordó en junio pasado en Bakú, capital de Azerbaiyán, entre Putin y el presidente ruso, Recep Tayyip Erdogan.
Gazprom alcanzó hace unos meses un acuerdo con Turquía para el tendido del tramo terrestre del gasoducto que debía suministrar gas a Estambul y bombearlo después hasta la frontera greco-turca con destino a la Unión Europea.
El gasoducto terrestre (180 kilómetros) debía arrancar en el puerto turco de Kiyikoy después de cubrir 660 kilómetros por el fondo del mar Negro.
En cambio, Novak aseguró que no queda suspendida la construcción de la central nuclear de Akkuyu, la primera en la historia de Turquía, que está siendo erigida por ingenieros rusos, proyecto en el que Moscú ha invertido ya 3.000 millones de dólares.
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