Sacyr ha diluido hasta el 8,2% la participación que tiene como segundo accionista de Repsol, como consecuencia de las ampliaciones de capital que la petrolera realiza anualmente para pagar dividendos mediante 'scrip dividend', una remuneración que la constructora opta siempre por cobrar en efectivo.
La compañía que preside Manuel Manrique sigue teniendo el paquete de 122 millones de acciones de Repsol con que se quedó a finales de 2011, cuando vendió la mitad del 20% que entonces controlaba en la petrolera en el marco de una refinanciación de deuda y conservó un 10%.
No obstante, ese número de acciones actualmente equivale al 8,2% del capital total de la petrolera que preside Antonio Brufau, actualmente integrado por un mayor número de acciones como consecuencia de las ampliaciones de capital ligadas al 'scrip dividend', según consta en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Sacyr opta siempre por cobrar en efectivo el dividendo de Repsol, dado que destina esta retribución a atender el coste de la deuda que tiene asociada a la inversión en la petrolera.
El grupo de construcción y concesiones diluye su porcentaje en la compañía de energía después de que el pasado año realizara operaciones de derivados con las acciones de Repsol para reducir la deuda que tiene vinculada a esta participación.
Así, en los meses de septiembre y diciembre del 2016 realizó sendas operaciones de derivados con títulos de la petrolera que, en conjunto, representan un 3,5% de su capital, que le han permitido recortar la deuda vinculada a Repsol hasta situarla en los 769 millones de euros.
Sacyr, que asegura que mantiene la propiedad y los derechos sobre toda su participación en la petrolera, enmarcó estas operaciones en su estrategia de reducir su endeudamiento y recortar los riesgos asociados a su inversión en Repsol, especialmente los vinculados a las variaciones del precio del petróleo.
Los derivados son un activo financiero y se pueden liquidar en acciones o en efectivo, si bien Sacyr, que actualmente está inmerso en su crecimiento internacional, siempre ha defendido su participación en Repsol como una inversión "estable" con la que se siente "confortable".
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