Renovables

Seis centros tecnológicos quieren crear una biorrefinería a base de algas

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Seis centros tecnológicos de Euskadi, Navarra y Francia participan en un proyecto europeo para desarrollar una biorrefinería con el fin de obtener combustibles como el biodiésel mediante el cultivo de microalgas.

El centro tecnológico vasco Neiker-Tecnalia ha acogido en su centro de Arkaute, en Vitoria, la presentación de este proyecto europeo llamado Cyclalg, que tendrá una duración de tres años y cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros.

Junto al instituto vasco participan en el proyecto el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), Tecnalia Research & Innovation, la Asociación de la Industria Navarra (AIN), la Asociación para el Medio Ambiente y la Seguridad en Aquitania (APESA) y el Centro de Aplicación y Transformación de Agro Recursos (CATAR-CRITT).

La biorrefinería que pretenden crear tiene como objetivo desarrollar y validar procesos tecnológicos dirigidos a obtener biodiésel mediante el cultivo de microalgas.

Para ello plantean un modelo basado en la economía circular de forma que los residuos generados sean aprovechados como elementos nutricionales en el mismo proceso de cultivo de microalgas.

Además, persiguen el aprovechamiento integral de la biomasa de esas microalgas, el alargamiento de la vida útil de los residuos generados en el proceso y su diversificación en nuevos productos de interés para las industrias química, energética y agropecuaria.

Neiker-Tecnalia coordinará el proyecto y se encargará de establecer las condiciones rentables y sostenibles de los cultivos para la producción de biomasa de algas destinada a obtener biodiésel.

Este proyecto da continuidad a los resultados obtenidos en el proyecto Energreen (2012-2014), en el que ya participaron la mayoría de los integrantes del consorcio actual, y que demostró la viabilidad técnica de la obtención de biodiésel mediante cultivo de microalgas y su potencial para establecer una explotación integral o biorrefinerías.

Entonces ya se comprobó que las microalgas podían ser utilizadas para la elaboración del biodiésel, un combustible sintético y líquido que se obtiene principalmente a partir de aceites vegetales de plantas oleaginosas, como la palma y la soja.

En esta nueva fase se tratará de solucionar los problemas detectados hasta ahora con la utilización de la biomasa residual procedente de la extracción de aceites (rica en azúcares y proteínas) en la elaboración de medios nutritivos que alimenten de nuevo los cultivos de algas.

Para ello, se desarrollarán tecnologías de hidrólisis, fraccionamiento y solubilización de residuos en concentrados nutricionales.

Además se tratará de dar más valor a los residuos con la obtención de biofertilizantes, piensos y producción de biometano.

El proyecto ha sido cofinanciado al 65 % por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020), cuyo objetivo es reforzar la integración económica y social de esta zona fronteriza.

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