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Seis factores que determinan el mercado del litio

Entender los matices del mercado del litio es vital para prever la demanda, la oferta y los precios en el futuro

1 comentario publicado

El aumento de la demanda de vehículos eléctricos hizo que los precios del litio se dispararan en 2022, antes de retroceder a principios de 2023. Pero, ¿qué se puede esperar del mercado del litio en el futuro y qué factores determinarán la demanda, la oferta y los precios?

Estos son, a juicio de Allan Pedersen, analista principal de litio en Wood Mackenzie, los factores que, en estos momentos, están determinando el mercado del litio, son los siguientes:

1. El fuerte crecimiento está creando un mercado del litio agitado

“El litio muestra claramente las características de un mercado inmaduro, en el que el equilibrio de la oferta fluctúa entre el déficit y el superávit. Un único uso final está dominando rápidamente el mercado, y las baterías recargables representan ya aproximadamente el 85% de la demanda mundial. Con el despegue de los vehículos eléctricos en 2021 y 2022, la demanda se disparó”, explica Pedersen.

Sin embargo, el desarrollo de infraestructuras, tanto en términos de minas como de refinerías, requiere una inversión masiva de tiempo y dinero. Como resultado, “la oferta tuvo dificultades para seguir el ritmo y este desequilibrio hizo que los precios se dispararan en 2022, superando los 70.000 dólares por tonelada”, añade.

Sin embargo, el crecimiento de la demanda se ha ralentizado un poco a medida que se reducen o eliminan las subvenciones a los vehículos eléctricos y los precios han vuelto a caer en 2023. “De cara al futuro, esperamos que los precios entren en un periodo de descenso controlado y vuelvan a situarse en torno a los 20.000 dólares por tonelada a finales de la década”, dice el analista de Woodmac, quien añade: “Los precios del litio deberían experimentar un descenso controlado desde sus máximos históricos durante el resto de esta década”.

2. La calidad es un problema a medida que las baterías se convierten en el mercado dominante del litio

Aunque cada vez se utiliza más litio para fabricar baterías recargables, no todo el litio es apto para este fin. Los productos de litio aptos para baterías tienen que ser de la máxima calidad y pureza y, por tanto, son los más complejos de producir. Las nuevas refinerías tenderán a empezar produciendo litio de menor calidad, de grado técnico, que no es directamente utilizable en baterías.

A medida que los operadores de las nuevas plantas adquieran experiencia y afinen sus operaciones, la pureza del producto refinado puede mejorarse hasta el punto de que sea viable para las baterías. Sólo en este punto puede comenzar el proceso de cualificación, que es algo que cada fabricante de cátodos hace individualmente.

“Como resultado, a pesar de un elevado excedente de oferta global, los productos de litio aptos para baterías verán un mercado más ajustado, al menos a corto plazo”, advierte Pedersen.

3. El litio no es realmente un producto único

Otro factor que complica la evaluación de la oferta y la demanda futuras de litio es que el mercado comprende en realidad dos productos clave diferentes. Tanto el carbonato como el hidróxido de litio se utilizan en la producción de baterías recargables para vehículos eléctricos y aparatos electrónicos. Sin embargo, el uso de uno u otro depende de la química catódica utilizada en las baterías.

“El carbonato de litio está impulsado principalmente por el fosfato de hierro y litio (LFP), que se ha utilizado ampliamente en baterías en el mercado chino y ahora se está abriendo camino en otras regiones. El hidróxido de litio está impulsado por la química de cátodos con alto contenido en níquel, cada vez más favorecida por el mercado de vehículos eléctricos de gama alta debido a su mayor consumo energético”, explica Pedersen

4. Las fuentes de suministro de litio a largo plazo no están claras

En opinión de Peddersen, el conocimiento de los proyectos existentes, previstos y potenciales permite proyectar la trayectoria de la oferta de litio hasta el final de la década con una precisión razonable. La comparación con la demanda prevista permite prever la trayectoria de los precios a medio plazo con una confianza razonable.

Pero, a partir de 2030, la visibilidad es mucho menor. “En este punto, el precio de incentivo -el precio al que resulta atractivo para las empresas y los inversores comprometerse con nuevos proyectos- se convierte en un factor importante. Suponiendo una oferta de 1,5 millones de toneladas, el coste totalmente asignado del litio (C3), incluidos los costes de explotación, los costes indirectos y los intereses, sería de unos 15.000 dólares por tonelada. Por tanto, el precio de mercado se situaría en torno a esta cifra”, afirma el analista de Wood Mackenzie.

5. El mercado del litio está aún relativamente inmaduro

Tal vez el mayor reto a la hora de prever el futuro del mercado del litio sea que la industria está todavía en pañales. No existen especificaciones globalmente aceptadas para el producto y, por tanto, no hay anclajes aceptados para fijar los precios.

La necesidad de especificaciones únicas y muy precisas hace que los productos del litio sean casi comparables a las especialidades químicas en términos de complejidad de precios. Al mismo tiempo, la necesidad de mantener el ritmo de crecimiento continuo de la demanda impide a la industria dar un paso atrás y evaluar cómo establecer un enfoque más uniforme y coherente. “Es probable que en el futuro haya una mayor normalización, pero tardará en surgir”, considera Pedersen.

6. Las asociaciones serán clave para el futuro de la industria del litio

En 2022, el 52% del suministro de litio procedía de sólo cinco empresas. Sin embargo, en Woodmac no prevén una actividad significativa de fusiones y adquisiciones en la industria y pronostican que la cuota de estas empresas se reducirá al 36% en 2032 a medida que crezcan las empresas más pequeñas y surjan nuevas empresas. “Aunque la integración horizontal no será un tema importante en el futuro, sí lo será la integración vertical”, asegura Pedersen.

“Las asociaciones entre mineros y refinadores tienen sentido, ya que pueden compartir tanto el riesgo como las enormes necesidades de capital que implican los nuevos proyectos. Trabajando juntas, las operaciones ascendentes y descendentes pueden aprovechar la experiencia de la otra parte para mejorar los márgenes y captar más cuota de mercado. Este tipo de alianzas ya se están produciendo; por ejemplo, Pilbara Minerals se ha asociado con POSCO en Corea del Sur, mientras que SQM y Wesfarmers han unido sus fuerzas en un proyecto en Australia Occidental. Esperamos que este tipo de alianzas se impongan en el sector en el futuro”, concluye Pedersen.

Fuente: Wood Mackenzie

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Un comentario

  • galan

    galan

    05/06/2023

    Por eso es todavia mas importante tener refinerias, que tener minas de litio.
    Minas ya hay bastantes, pero, refinerias, hay pocas.

    Hay que tener en cuenta que no solo habra baterias que utilicen litio.

    Ya hay baterias de sodio, y las NCM, utilizan menos litio.
    Lo que quiero decir con esto, es que en cuanto a baterias, todavia esta solo el 20% dicho.

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