Serbia inauguró este domingo un interconector con la red de suministro de gas de la vecina Bulgaria, un proyecto cofinanciado por la Unión Europea (UE) con el que espera reducir su casi completa dependencia de las importaciones de gas ruso.
Además, "con este proyecto aseguramos que sean eliminados contaminadores como el carbón", declaró el jefe de la Delegación de la UE en Serbia, Emanuele Giaufret, en el acto de apertura en la ciudad de Nis (sur de Serbia), televisado en directo.
En la ceremonia participaron también los presidentes de Serbia (Aleksandar Vucic), Bulgaria (Rumen Radev), y Azerbaiyán (Ilham Aliyev).
170 kilómetros de gasoducto
La puesta en marcha del interconector habilita un gasoducto de 170 kilómetros (109 kilómetros en territorio serbio) desde la localidad búlgara de Novi Iskar, en las afueras de Sofía, hasta la ciudad serbia de Nis.
Ello permitirá a Belgrado acceder a suministros de gas natural alternativos al ruso, sea procedentes de Azerbaiyán o de otras fuentes a través de la terminal de gas natural licuado (GNL) del puerto griego de Alejandrópolis.
La capacidad del gasoducto, de 1.800 millones de metros cúbicos de gas al año, equivale al 60 % del consumo anual de gas en Serbia.
Azerbaiyán aumenta sus exportaciones a Europa
Al mismo tiempo, el proyecto permite a Bulgaria acceder al gas natural de Europa Occidental o del Mar Adriático, y a Azerbaiyán aumentar sus exportaciones a Europa.
Actualmente dependiente casi en su totalidad del gas de Rusia, Serbia cerró el mes pasado un acuerdo con Azerbaiyán para el suministro de 400 millones de metros cúbicos de gas al año, volumen que puede aumentar hasta los mil millones de metros cúbicos en 2026.
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