El crecimiento exponencial de la población mundial, que alcanzará los 9.700 millones de personas para el 2050, supone un reto para las infraestructuras actuales, que, de no actuar a tiempo, serán incapaces de garantizar acceso al agua potable y electricidad. De hecho, hoy en día, 1.200 millones de personas en todo el mundo no disponen de electricidad y casi 800 millones sufren escasez de agua potable. Consciente de ello, Siemens, compañía global líder en tecnología, acaba de presentar SeaFloat, un proyecto que tiene como objetivo construir la primera central de ciclo combinado flotante.
La planta energética será la primera en estar localizada sobre el agua del mar, en lugar de en tierra firme. SeaFloat, cuya sede está en Offenbach (Alemania), se está desarrollando por un grupo de investigadores de Siemens Corporate Technology, con el fin de revolucionar la producción de electricidad.
Con este proyecto, Siemens da un paso adelante en la industria de producción energética. La compañía construirá centrales eléctricas sobre barcos o plataformas flotantes, lo que ahorrará espacio y tiempos de construcción. Esta iniciativa permitirá que las barcazas se dispongan directamente en los astilleros y se transporten arrastrándolas a través de mares o ríos. Además, serán capaces de llegar muy rápido a zonas afectadas por catástrofes naturales, como un terremoto o tsunami, para suministrar electricidad y, cuando dejen de ser necesarias, podrán ser remolcadas a otro lugar, en vez de quedar abandonadas, algo que evita la contaminación del ecosistema.
Estabilidad en alta mar
La idea de una central eléctrica flotante surgió después del tsunami de Japón del 2011 y se ha ido desarrollando hasta hoy, momento en que el equipo de SeaFloat ya está preparado para empezar a producir en serie las centrales. Sin embargo, no son pocos los retos a los que Siemens ha tenido que enfrentarse ya que una central eléctrica debe estar situada sobre una base sólida, y el mar, con su oleaje, hace que las turbinas de la central estén sometidas a un constante estrés que puede acabar deteriorándolas. Por ello, los ingenieros han tenido que adaptar los soportes y el resto de los componentes de la central para estabilizarlos sobre la barcaza.
Las primeras instalaciones previstas estarán equipadas con turbinas de gas industriales como la SGT-800 de Finspang, que tienen una potencia de 140 megavatios. Además, las grandes turbinas de gas de Siemens de clase SGT-8000H también estarán en condiciones de navegar en el futuro. En el caso de las centrales de ciclo combinado, será posible adaptar para potencias de hasta 1.200 megavatios. Una vez que una planta de energía es acoplada, la opción más simple es suministrarle gas natural desde tierra, pero si la instalación se encuentra más lejos de la costa, también se puede abastecer con gas natural líquido de los buques.
Puesta a punto en 2020
A través de su división Siemens Financial Services, la compañía subvencionará entre el 20 y el 30% del capital social necesario para desarrollar las centrales energéticas. Los clientes podrán alquilar las centrales eléctricas para apoyar la reconstrucción de un territorio después de una guerra o catástrofe natural o, directamente, comprarlas para proveer energía a países en vías de desarrollo con muchos kilómetros de costa. Los proveedores de energía de los países industrializados podrían incluso utilizar estas centrales para sustituir a las antiguas centrales eléctricas de carbón que son tan perjudiciales para el medio ambiente.
Estas plantas, que podrían estar operativas en 2020, forman parte de la división “Power and Gas” de Siemens, cuyo objetivo es la generación de energía compatible con el medioambiente y el ahorro de recursos utilizando combustibles fósiles o renovables para la producción eficiente de energía y el transporte confiable de aceite y gas.
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