Todavía queda mucho tiempo hasta que los vehículos eléctricos ocupen al 100% las carreteras de todo el mundo, de forma que mientras tanto no queda otra que buscar fuentes alternativas para nuestros automóviles como puede ser, por ejemplo, el agua.
Y eso es lo que ha hecho la alemana Sunfire, al desarrollar la que han bautizado como tecnología 'Power-to-Liquid', capaz de convertir H2O y dióxido de carbono en hidrocarburos líquidos como diésel sintético, queroseno y petróleo. La técnica se basa en el proceso de Fischer-Tropsch, La técnica se combina con una más actual y conocida como SOEC (solid oxide electrolyser cells), utilizada para convertir electricidad -suministrada por fuentes renovables como la eólica y la solar- en vapor para posteriormente eliminar el oxígeno para producir hidrógeno.
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