El diseño del tope al precio del gas destinado a la generación eléctrica habría "infravalorado" la entrada en funcionamiento de centrales menos eficientes, como consecuencia de una mayor demanda ibérica y del progresivo aumento de las exportaciones a Francia.
Ésta es una de las conclusiones del documento "La entrada en funcionamiento del límite al precio del gas: una nota", publicado este jueves por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que advierte de que la medida va a contribuir "a un incremento de la generación térmica emisora" en España a lo largo del año.
Su autor, Diego Rodríguez, analiza el primer día del mecanismo, que comenzó a aplicarse en la subasta del mercado mayorista de la electricidad o "pool" del pasado martes, en la que se fijó un precio de 224,86 euros megavatio hora (MWh) para la jornada siguiente.
La excepción ibérica
Este importe, que ya incluye el ajuste a pagar por el consumidor beneficiario, suscitó las críticas de la opinión pública al ser notablemente superior al esperado, si bien, en la práctica, suponía una rebaja del 5,6 % respecto al valor que se hubiera alcanzado de no disponer de este sistema.
Para el autor del informe, este primer resultado podría deberse a la vez a un fenómeno circunstancial y a una previsión "excesivamente optimista" del impacto de la medida sobre los precios.
La demanda doméstica del 15 de junio fue alta por la ola de calor que atraviesa el país; de hecho, la energía total vendida en el mercado ibérico creció un 3,2 % respecto al día anterior.
A este crecimiento contribuyó también la demanda externa de los sistemas eléctricos vecinos, en parte "espoleada por el abaratamiento del precio de mercado" en la península ibérica frente al repunte en el resto del Viejo Continente.
Este aumento de la demanda ha exigido la entrada en funcionamiento "de grupos de producción menos eficientes, lo que ha contribuido a moderar la caída de los precios por una vía que probablemente ha sido infravalorada", sostiene Rodríguez.
El tope al gas y los flujos con Francia
De este modo, "esas centrales entran a generar como consecuencia de una mayor demanda ibérica, ya que la interconexión con Francia se mantiene con una capacidad disponible baja".
No obstante, avisa, aunque la demanda doméstica se reduzca en un contexto de menores temperaturas y haya una mayor incorporación de energía eólica en el "mix", la recuperación de la demanda de Francia al aumentar la capacidad operativa de la interconexión es un factor "que puede haberse pasado por alto".
En su opinión, si el aumento de la demanda "fuera sólo consecuencia de las condiciones de alta temperatura no habría nada que objetar"; sin embargo, detecta un "efecto estructural" derivado de la mayor demanda externa que el propio mecanismo induce.
Tomando como referencia el miércoles 15, el precio de mercado en Francia se situó por encima del español, prácticamente, en todas las horas, lo que indujo altos flujos de exportación hacia el país galo.
Los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) muestran cómo el flujo de exportación programado con Francia agotó "toda la capacidad de interconexión disponible", a pesar de que se situó "muy por debajo" de lo habitual, en unos 1.352 MWh de media, posiblemente por las condiciones climáticas.
Y el consumidor
Mención especial dedica el documento a las rentas de congestión -total de la energía intercambiada por la diferencia de precios de las dos zonas-, que se incrementarán por el aumento de estas exportaciones y las mayores discrepancias de valor entre ambos países.
Será una de las consecuencias del mecanismo de ajuste, que "al disminuir el precio en el mercado ibérico, genera transferencias de rentas hacia otros mercados", las cuales, en el caso de Francia, "son sencillas de observar al sustanciarse en mayores rentas de congestión apropiadas por ese país".
El autor se remite así a otro informe anterior según el cual, a lo largo del año de aplicación de la medida, se producirán unos 1.000 millones de euros en transferencias de rentas a Francia y Portugal.
El documento vaticina que el tope al gas podría aumentar los incentivos para que los consumidores domésticos se desplacen desde el mercado libre hacia el regulado o PVPC.
El impacto
Y es que la medida del Gobierno "está muy dirigida a la reducción del precio del consumidor acogido a contratos indexados al mercado diario, en particular a los domésticos con PVPC", algo relevante puesto que el Instituto Nacional de Estadística (INE) "sigue midiendo la electricidad en el IPC" a través de este tipo de factura.
El autor concluye que los cálculos sugieren un impacto inicial "positivo pero modesto", en parte porque la introducción de este mecanismo "ha coincidido con un momento de alta contribución de las centrales de ciclo combinado junto con un pico de demanda".
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