Diez segundos fue el tiempo que tardó la torre de Meirama en desplomarse y pasar a la historia con la voladura controlada que se ejecutó este miércoles en la extinta central térmica situada en la parroquia de As Encrobas, en el municipio coruñés de Cerceda.
Después de 42 años en pie, la torre de refrigeración de la térmica de Meirama fue demolida minutos después de las 15 horas con un amplio dispositivo de seguridad que incluyó el corte al tráfico de la carretera que conecta Cerceda con Mesón do Vento, a unos 30 kilómetros de A Coruña.
Adiós a la térmica de Meirama
Tras la primera detonación, a la que siguieron otras dos, la torre de la planta propiedad de Naturgy se vino abajo en poco más de diez segundos.
En el lugar de la estructura de refrigeración, que tenía 126 metros de altura y podía divisarse a gran distancia, surgió una polvareda que puso así punto final a una historia de casi medio siglo, desde 1980, cuando fue puesta en funcionamiento en las proximidades de un yacimiento de lignito.
Algunas voces estaban en contra de la voladura de la torre, para la que incluso pedían protección como Bien de Interés Cultural.
Vecinos y curiosos se apostaron en las cercanías de la central, tras el cordón de seguridad, para ser testigos de la derrumbe de la estructura de refrigeración.
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