Antonio Cornadó, presidente de Foro Nuclear, ha señalado que la prórroga de la vida útil de las plantas atómicas españolas hasta los 60 años tiene hoy "más sentido" que antes de Fukushima, con motivo del quinto aniversario del accidente.
Cornadó opina que "el esfuerzo" hecho por las empresas para elevar los márgenes de seguridad tras Fukushima hace que "con más razón" o "más sentido que antes" se pueda apostar por la operación a largo plazo de las plantas (60 años) -hasta la fecha la práctica han sido 40 años-, una petición insistente del sector.
"Podemos apostar o tenemos mejores argumentos para presentar la operación a largo plazo como una opción válida y acertada para la estrategia energética de los próximos años", subraya Cornadó.
Los operadores han aplicado hasta la fecha más del 80 % de las medidas y acciones recogidas en el Plan de Acción Nacional aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras el accidente en Japón y tienen hasta el próximo año 2017 para cumplirlo.
Hay dos cuestiones principales aún pendientes: la instalación de los recombinadores pasivos (componentes para evitar una deflagación por acumulación de hidrógeno en el edificio del reactor -como ocurrió en Fukushima-) y los sistemas de venteo, según el último informe de junio de 2015 del organismo regulador europeo (ENSREG).
Fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear han señalado que los recombinadores tienen que estar instalados antes de acabar este año y, de momento, lo tienen Ascó (Tarragona) y Cofrentes (Valencia) -en España operan 7 reactores, además de Garoña en parada desde 2012-.
Almaraz I (Cáceres) ya tiene la autorización para poder hacerlo y, en noviembre próximo, está previsto que lo obtenga Almaraz II.
El sistema de venteo, cuyo calendario de implantación acaba en 2017, es la medida más compleja desde el punto de vista técnico y se colocará aprovechando las paradas programadas de las centrales.
Su misión es minimizar, en caso de necesidad, la liberación de elementos radiactivos al exterior durante un accidente severo, de modo que se garantice la integridad de los sistemas de contención y se mantenga el confinamiento de los materiales radiactivos durante y después del suceso.
Sobre el cierre escalonado de las centrales -propuesta que llevan en sus programas, entre otros, el PSOE, Ciudadanos y Podemos-, Cornadó afirma que estas formaciones también quieren un Pacto de Energía en el que le gustaría que no hubiera "apriorismos y se contara con todas las tecnologías disponibles, sin prejuicios".
LuisB
08/03/2016