El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, uno de los políticos que supuestamente más apuesta por la lucha contra el cambio climático, ha declarado que su Gobierno está decidido a seguir con la ampliación del controvertido oleoducto Trans Mountain a pesar de que los tribunales del país bloquearon el proyecto.
Trudeau ha afirmado en un evento en la localidad de Oshawa que cree que la ampliación del oleoducto Trans Mountain es "lo mejor para los intereses de todos los canadienses" y aseguró estar "comprometido a defender los intereses nacionales".
El primer ministro canadiense añadió que su Gobierno está estudiando la sentencia del Tribunal Federal de Apelaciones de Canadá que ayer canceló la ampliación porque dijo que las autoridades no habían realizado un análisis apropiado de impacto medioambiental y no había consultado con las comunidades indígenas.
"Sí, estos son desafíos pero siempre han sido desafíos", explicó Trudeau.
Precisamente, los accionistas de la empresa propietaria de Trans Mountain, la estadounidense Kinder Morgan, aprobaron la venta del oleoducto al Gobierno canadiense por 4.500 millones de dólares canadienses (3.465 millones de dólares estadounidenses).
Ottawa decidió comprar el oleoducto después de que la provincia de Columbia Británica bloquease la ampliación de Trans Mountain precisamente por temor a sus repercusiones medioambientales.
El oleoducto, que fue construido a mediados del siglo XX, conecta los yacimientos de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta con la costa del Pacífico de Canadá.
La ampliación de la capacidad permitirá triplicar la exportación de crudo hacia los mercados asiáticos.
Canadá considera el proyecto fundamental para el futuro económico del país, pero organizaciones ecologistas y grupos indígenas se oponen por temor a derrames de crudo.
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