La petrolera anglo holandesa Royal Dutch Shell ha anunciado la histórica decisión de recortar su dividendo, algo que no había sucedido nunca desde los años 40, después de que el desplome de los precios del petróleo y la pandemia de Covid-19 hayan llevado a la compañía a registrar pérdidas de 24 millones de dólares (22 millones de euros) en el primer trimestre de 2020, frente al beneficio neto de 6.001 millones de dólares (5.518 millones de euros) del mismo periodo de 2019, informó la compañía.
El consejo de administración de Royal Dutch Shell ha tomado la decisión de reducir a 0,16 dólares el dividendo del primer trimestre de 2020, frente a los 0,47 dólares abonados en el mismo periodo de 2019, en respuesta al deterioro macroeconómico y de los precios de las materias primas por el impacto sin precedentes de la pandemia.
"La duración de estos efectos aún sigue siendo poco clara, con la expectativa de que la debilidad de las condiciones probablemente se extienda más allá de 2020. En respuesta, Shell ha adoptado medidas para reducir nuestro gasto y posicionar el negocio para competir en el actual entorno de precios más bajos de las materias primas e incertidumbre sobre la demanda", indicó la compañía.
De este modo, el consejo de Shell ha tomado la decisión de revisar el dividendo con el objetivo de "proporcionar resiliencia financiera y una mayor flexibilidad para gestionar la incertidumbre".
"La retribución al accionista es un elemento fundamental del marco financiero de Shell", ha indicado el presidente del consejo de la compañía, Chad Holliday, quien, sin embargo, ha destacado que el riesgo de un prolongado periodo de incertidumbre, debilidad de los precios de las materias primas, mayor volatilidad y demanda incierta han llevado al consejo a pensar que "el actual nivel de distribuciones entre los accionistas no es prudente".
PÉRDIDAS EN EL PRIMER TRIMESTRE.
Por otro lado, Royal Dutch Shell registró pérdidas de 24 millones de dólares (22 millones de euros) en los tres primeros meses de 2020, frente al beneficio neto atribuible de 6.001 millones de dólares (5.518 millones de euros) contabilizado en el mismo intervalo de 2019, como consecuencia del impacto de la Gran Reclusión por el Covid-19 y el desplome de los precios del crudo.
El beneficio subyacente de Shell a costes corrientes de suministro, considerado una referencia menos volátil de los resultados del sector, alcanzó en el primer trimestre de 2020 los 2.957 millones de dólares (2.719 millones de euros), un 45,6% menos que un año antes.
Por su parte, los ingresos totales de la petrolera anglo holandesa entre enero y marzo de 2020 sumaron 60.959 millones de dólares (56.052 millones de euros), situándose un 28,1% por debajo de los ingresos contabilizados en el primer trimestre de 2019.
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