Investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) han desarrollado un innovador método de gestión de energía geotérmica que mejora la eficiencia energética y reduce las emisiones en la climatización de edificios urbanos. El nuevo sistema, denominado THERMAL, permite ahorrar más de 7.500 euros al año y reducir hasta 15 toneladas de CO2, sin necesidad de construir nuevos pozos.
El método, probado con éxito en Zaragoza, coordina el funcionamiento de las bombas de calor que utilizan agua subterránea para climatizar edificios. Su principal ventaja radica en la capacidad de ajustar caudales y temperaturas sin interferir entre instalaciones, protegiendo así el equilibrio térmico de los acuíferos urbanos.
Gestión de la energía en ciudades
Según explica Jorge Martínez-León, investigador del IGME-CSIC y uno de los autores del estudio publicado en la revista Journal of Hydrology, “el método ofrece una forma práctica y sostenible de gestionar la energía geotérmica en las ciudades. Permite ahorrar dinero, reducir emisiones y proteger los acuíferos, siempre que se adopte una visión holística que considere tanto la eficiencia de cada sistema como el bienestar del conjunto”.
El desarrollo, realizado por el Grupo de Sistemas Hidrogeológicos y Geotérmicos Avanzados (SHGA), representa un paso adelante hacia una gestión más sostenible de la energía geotérmica en entornos urbanos. Los investigadores destacan que la versatilidad del sistema THERMAL permite aplicarlo en ciudades de todo el mundo, siempre que dispongan de sistemas de climatización con agua subterránea.
Mejoras tecnológicas
Además de sus beneficios económicos y ambientales, el método abre la puerta a futuras mejoras tecnológicas. El equipo científico prevé incorporar inteligencia artificial y machine learning para anticipar las demandas energéticas y los cambios en los acuíferos derivados del cambio climático. También planean extender su aplicación a nuevos escenarios urbanos en Europa y otras regiones, adaptándose a las distintas legislaciones y condiciones locales.
Los sistemas de geotermia de baja profundidad constituyen una alternativa limpia y eficiente frente a los combustibles fósiles. No obstante, una gestión inadecuada puede sobrecalentar los acuíferos y comprometer su rendimiento a largo plazo. Con este nuevo método, el CSIC busca garantizar un equilibrio sostenible entre el aprovechamiento energético y la preservación del medio subterráneo.
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