Utilizar la captura y almacenamiento de CO2 como herramienta para luchar contra el cambio climático podría convertirse en una quimera. Son ya muchos años hablando sobre diferentes opciones y tecnologías pero ninguna ha conseguido ser lo suficiente rentable como para comercializarse a escala.
Sin embargo, la empresa española everis ha liderado junto a nueve socios de toda Europa un proyecto que podría ser la excepción que rompa la norma. Es el proyecto MefCO2, financiado por la Unión Europea, y cuya misión era demostrar la viabilidad económica de valorizar el CO2 capturado convirtiéndolo en un combustible renovable como el metanol, utilizando hidrógeno producido a partir del excedente de energía renovable.
Su planta piloto se ha puesto en funcionamiento en el Centro de Innovación del Carbón de RWE en Alemania y se ha convertido en una de las mayores plantas de síntesis de metanol derivado del CO2 a partir de gases de combustión en la Unión Europea. Produce 1 tonelada de metanol al día, captura más de 1,5 toneladas de CO2, y utiliza un electrolizador PEM de altas prestaciones que produce más de cien metros cúbicos de hidrógeno por hora.
"Empezamos a concebir este proyecto a finales de 2013", explica a este diario Ángel Sánchez, director general de I-deals (la compañía tecnológica del Grupo everis) y responsable del proyecto, "cuando se presentó el Horizonte 2020, en donde se comenzó a cimentar el 'low carbon economy', estábamos colaborando con el Instituto Nacional de Química de Eslovenia, y se nos ocurrió esta idea. Sabemos que no es la solución al cambio climático sino una ayuda para alcanzar los objetivos de descarbonizar la economía sin poner en riesgo la economía".
El objetivo de MefCO₂ es producir metanol verde a partir del CO2 capturado y del hidrógeno producido utilizando energía renovable. "Respecto a otros proyectos de captura y almacenamiento que ya existen en el mercado, queríamos que la inversión fuera más llevadera, y que tuviera un punto de anclaje con las renovables", continúa Sánchez, "lo que hacemos en esa planta es utilizar electrolizadores que rompen el agua en dos gracias a la electricidad proveniente de fuentes renovables".
El proyecto ha costado entre 5 y 6 millones de euros, "por lo que esta planta piloto no es rentable, la rentabilidad será posible de cara a una escalabilidad, y si hay un impulso o ayudas, aún sería más rentable. Hay que pensar que es necesario para reducir las emisiones de CO2", explica el responsable del proyecto, "la industria energética está en un tiempo de espera, hay interés pero el sector es prudente, tiene que cumplir tres garantías: la del suministro, la ambiental y la económica, y eso es complicado".
La tecnología se está diseñando en una escala intermedia modular, con el objetivo de poder adaptarla a diferentes tamaños de plantas y composición de gases. "Para que salte esta tecnología al mercado se necesitan no solo incentivos sino un marco regulatorio fiscal que lo favorezca".
Pese al esfuerzo que se ha realizado en el proyecto, Ángel Sánchez reconoce que "solo un porcentaje muy pequeño de las emisiones de CO2 de la central térmica de RWE son capturados por MefCo2", aún así, recalca que "por el momento es una solución que a la escala actual solo es una solución paliativa".
"Necesitamos capturar masivamente CO2 y si después tenemos que almacenarlo se necesitarían grandes inversiones, de ahí que este proyecto de respuestas y justifique las inversiones gracias a los ingresos por la producción de un gas renovable como es el metanol", concluye.
El consorcio europeo incluye a RWE Power (Alemania), la propietaria y responsable de la planta de captura del CO~2~; Carbon Recycling International (Islandia) proporciona la unidad de metanol; Mitsubishi Hitachi Power Systemas Europe (Alemania) es el integrador de sistemas y provee la unidad de acondicionamiento del CO~2~; Hydrogenics Europe (Belgium) es el proveedor del electrolizador; el Instituto de Catálisis de Cardiff (Reino Unido) trabaja en la investigación de la síntesis de catalizadores; el Instituto Nacional de Química de Eslovenia (Eslovenia) trabaja en los catalizadores y la ingeniería de reacción; la Universidad de Génova (Italia) se encarga del análisis económico y de la optimización de procesos; la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania) dirige las simulaciones de procesos e i-deals – Grupo everis (España) es el coordinador del proyecto y responsable de la difusión y explotación de los resultados.
Miguel
01/06/2019