Un cardiólogo sueco de 76 años, Stig Lundbäck, ha diseñado una boya con un mecanismo similar al del corazón, que permitirá producir electricidad a partir de la energía marina y que empezará a funcionar a escala real en el mar de Escocia a partir de febrero de 2018.
De momento, "el invento funciona a escala 1:2 y el objetivo es que haga lo propio a escala real", ha explicado a EFE en Budapest Diego Pavia, consejero delegado de KIC-InnoEnergy, una empresa europea que fomenta la innovación y que es apoyada por el EIT (Instituto Europeo de Innovación y Tecnología).
La idea es esperar un año para ver si el mecanismo "resiste" y, en caso afirmativo, a partir de ahí, empezar a producir este tipo de boyas a finales de 2019. Este invento no es de un ingeniero, sino de un cardiólogo ya retirado que se dio cuenta de que el corazón es "la mejor bomba del mundo, ya que funciona durante 100 años". A partir del mecanismo de bombeo del corazón, ha diseñado esta boya que usa la fuerza de las olas para producir electricidad. Este invento se puede instalar en "cualquier lugar donde haya olas", lo que quiere decir alrededor de Europa.
Según Pavia -el único español que interviene en este foro-, se pretende colocar estas boyas en aquellos lugares donde ya existen parques eólicos marinos, entre otros motivos, porque de ese modo se aprovechan los mismos conductos que llevan a tierra la electricidad. Es un proyecto "muy importante", ya que "si pudiéramos sacar la energía de las olas hoy podríamos apagar todas la centrales nucleares del mundo", ha explicado.
Este es uno de los 250 proyectos que apoya el KIC Innoenergy, una empresa de la que desde 2010 es director general Pavia, ingeniero industrial y quien ha intervenido en Budapest en Innoveit 2017, un foro de innovación organizado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), que concluye hoy.
Esta empresa firmó con el Instituto Europeo de Tecnologías e Innovación (EIT) un acuerdo por un periodo de 15 años para apoyar la innovación y desde entonces ha creado un ecosistema de 400 "partners" (socios) y está presente en 17 países.
Otro proyecto que apoya KIC Innoenergy es una gigafactoría cuyo objetivo es producir baterías en Europa y que tiene el mismo tamaño de las instalaciones de Tesla en Nevada (EEUU). "Europa necesitará de aquí al año 2025 50 gigafactorías de este tipo" y este proyecto, que han puesto en marcha dos exempleados de Tesla, es un primer paso. Se espera que en ocho años "todos compremos vehículos eléctricos", ya que la inversión tanto de mantenimiento como de coste será menor, es un vehículo que contamina menos y además las baterías tendrán una autonomía para 1.000 o 1.500 metros.
"La batería de hoy en día cuesta unos 230 dólares kwh, pero en el año 2025 costará 70, lo que conllevará que todo el coche costará mucho menos". Con este proyecto, la primera célula de batería se producirá en primavera de 2020 y se prevé que esté en completa producción en 2021, ha afirmado.
En la actualidad existe demanda de estas baterías que está siendo cubierta por los asiáticos, pero el objetivo es que esta cadena de valor se materialice en Europa.
Diego Pavía ha destacado la importancia de la lucha contra el cambio climático y, precisamente, el tráfico rodado es lo que más contribuye al efecto invernadero.
Ahora que EE.UU. se ha descolgado del acuerdo global de reducción de emisiones, Pavia considera que "no es bueno", pero cree que es una decisión que "hay que tomarla con algo de distancia", ya que "muchas de las legislaciones en esta materia son estatales en EE.UU y no federales" y, por lo tanto, "no es evidente que el hecho de que EE.UU. se salga del acuerdo tenga un efecto inmediato".
Sobre el futuro del carbón, ha dicho que "no se puede decir a rumanos, búlgaros y polacos que dejen de producirlo de un día para otro", pero ha añadido que "lo que está claro es que "nuestros hijos no verán carbón, pero eso puede ser dentro de 30 años".
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