Casi una cuarta parte de las pequeñas y medianas empresas industriales alemanas dicen que los altos precios de la energía ponen en peligro su supervivencia, según una encuesta de la Federación de Industrias Alemanas ( BDI ). “El aumento de los precios de la electricidad y el gas amenaza con aplastar la economía”, dijo el presidente de BDI, Siegfried Russwurm.
La situación ya está obligando a las empresas a ahorrar en planes de neutralidad climática, dijo el grupo de presión. De los 418 encuestados, el 34 por ciento dijo que el desarrollo actual del precio de la energía había llevado a un recorte en las inversiones de neutralidad climática; el 23 por ciento ve los costos de la energía como una amenaza a su propia existencia; el 87 por ciento quiere que el gobierno acelere la reducción de las cargas estatales sobre el precio de la electricidad, y el 21 por ciento dijo que estaba considerando trasladar sus operaciones al extranjero.
BDI advirtió que el rápido aumento de los precios podría afectar cada vez más la producción en Alemania y pidió una acción política rápida. Los aumentos en los costos de energía son más altos de lo que han sido desde la crisis del petróleo de la década de 1970, dijo. “Las empresas quieren seguir siendo competitivas a nivel mundial y poder hacer de Alemania un país industrial climáticamente neutral con inversiones e innovaciones”, agregó Russwurm.
El BDI dio la bienvenida a la abolición planificada del recargo de la Ley de Energía Renovable ( EEG ) de Alemania, pero dijo que no era suficiente para aliviar a la industria a largo plazo. También pidió al gobierno que reduzca más impuestos y recargos, como los impuestos a la electricidad y las tarifas de la red.
El precio nacional del CO2 ya es una amenaza existencial para muchas pequeñas y medianas empresas, dijo el BDI . “Lleva los precios de la electricidad y el gas a alturas vertiginosas”, dijo Russwurm. “El gobierno federal debería aliviar a la industria para evitar un éxodo de producción y empleos a países más baratos en el extranjero”.
Ante el aumento sostenido de los precios del gas que comenzó el año pasado, la industria alemana ha advertido reiteradamente sobre las repercusiones que tendrá en sus operaciones el alto costo de la energía.
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