Un proyecto con nuevas tecnologías -basadas en energías renovables- permitirá ahorrar un 30% del gasto en electricidad a 165 instalaciones españolas de acuicultura en tierra firme, ubicadas en Andalucía, además de facilitar el abastecimiento de oxígeno a los peces.
Los responsables del proyecto Life+Aquasef han presentado, en rueda de prensa, los resultados de esta iniciativa, cuyos objetivos son disminuir los costes de las empresas acuícolas y rebajar también las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el impacto ambiental del cultivo de peces y moluscos.
En el proyecto participan Ariema, el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA), Esteros de Canela, Innoma Energía (empresa derivada de la Universidad de Cádiz) y D&B Tech.
Los estudios, que empezaron en Ayamonte (Huelva), afectan a las llamadas instalaciones en estero o acuicultura marina en tierra.
La jefa de departamento de CTAQUA, Myriam Retamero, ha explicado que la tecnología facilita el suministro energético a granjas situadas en zonas naturales pero a veces muy remotas, cuyo consumo energético es costoso; además si no hay abastecimiento y se producen cortes de luz aumenta el riesgo de que mueran los peces.
Una de las técnicas se basa en el aprovechamiento del "excedente de energía solar" y permite la fabricación in situ del oxígeno necesario para suministrar a los tanques de cultivo, que se alimentan directamente de los sistemas de energías renovables.
El director general de Ariema, Rafael Luque, ha señalado que se trata de un almacenamiento "pionero", que acumula energía en áreas que están lejos de la red de suministro y garantiza el oxígeno a las instalaciones que, en la actualidad, lo reciben gracias a camiones que lo transportan licuado, con el consiguiente impacto ambiental.
Otra línea del proyecto es el aprovechamiento del dióxido de carbono de las microalgas, que se convierten en materia prima y sirven de complemento nutricional.
Luque ha remarcado que el proyecto "integra el mundo de la energía en la acuicultura", y está relacionado con el empleo del hidrógeno; por el momento se ha validado en Esteros de Canela (Ayamonte).
El responsable de desarrollo de negocio de D&B Tech, Álvaro Lobo, ha apuntado que las instalaciones de acuicultura gastan unos 35.000 euros anuales en la compra de oxígeno puro y que la nueva tecnología permitiría ahorrar un 30 % al menos.
"Se trata de transferir el aire de una manera más eficiente, para no gastar en la compra de oxígeno puro", según Lobo.
La iniciativa incluye la aplicación de energía renovable fotovoltaica y eólica para abastecer los sistemas de bombeo en tanques de peces, la iluminación de la planta y los sistemas de mezcla, a la vez que se reducen emisiones de gases efecto invernadero.
Los responsables del proyecto han calculado que estos sistemas reducirán las emisiones de CO2 de las plantas acuícolas en 46,6 toneladas anuales y 474 toneladas en un período de vida útil de 25 años.
Asimismo, han confiado en que estas técnicas aumenten los márgenes de ingresos de las empresas acuícolas e incrementen el valor añadido del pescado, para que pueda certificarlo como "libre de contaminación ambiental"; también esperan que puedan replicarse en otros países europeos.
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