La Comisión de Medio Ambiente y la Comisión de Industria y Energía del Parlamento Europeo han presentado las propuestas para la gobernanza de la Unión de la Energía donde hace un llamamiento para que se adopten medidas más ambiciosas en la transición hacia una economía de 'carbono cero' y que se amplíe la acción climática para ser más coherentes con el Acuerdo de París.
Proponen que la Comisión Europea amplíe el objetivo donde dice que "la Unión de la Energía debe cubrir cinco dimensiones clave: seguridad energética, el mercado interior de la energía, la eficiencia energética, la descarbonización y la investigación, la innovación y la competitividad", con la obligación de "preparar el cambio a un sistema energético altamente eficiente en energía y totalmente renovable a más tardar en 2050".
El informe constituye la base de la posición del Parlamento Europeo sobre la nueva gobernanza del Reglamento de la Unión de la Energía, cuyo objetivo es crear un marco para la transición energética de la UE en las próximas décadas. El informe, dirigido conjuntamente por Claude Turmes y Michele Rivasi, los ponentes principales de dichos Comités de Energía y Medio Ambiente del Parlamento, pide a la UE:
- Reducir sus emisiones de CO2 hasta el cero neto a más tardar en 2050 y establecer un camino claro para lograrlo. Esto requerirá aumentar el objetivo climático de la UE de 2030, actualmente fijado en al menos un 40% de reducción de las emisiones.
- Cambiar a una economía 100% renovable y totalmente energéticamente eficiente a más tardar en 2050, lo que incluye aumentar las metas de 2030 de energía renovable y eficiencia energética a 45% y 40%, respectivamente, sobre la base de objetivos vinculantes nacionales.
También el texto sugiere que se amplíe el liderazgo mundial de la Unión en materia de energías renovables con un acuerdo equitativo para los consumidores, sobre todo protegiendo a la población vulnerable y en riesgo de sufrir pobreza energética.
Respecto a los objetivos europeos 2030 (en renovables, eficiencia energética, reducción de emisiones e interconexiones), los autores del informe directamente eliminan todos esos objetivos, porque "el Acuerdo de París aumentó sustancialmente el nivel de ambición mundial en la mitigación del cambio climático y los firmantes se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2°C por encima de los niveles preindustriales y a proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales".
Por eso, la UE debe prepararse para recortes mucho más profundos y rápidos de las emisiones que las previstas. Al mismo tiempo, estas reducciones son factibles a un coste mucho menor que el previamente evaluado, dado el ritmo de desarrollo y despliegue de tecnologías de energía renovable como la eólica y la solar.
Pero el texto va más allá, y diseña los años posteriores a 2050, de los que dice que "se debería entrar en un período de emisiones negativas". Además, advierte que hay que cambiar la mentalidad. De "una transición hacia una economía baja en carbono" habría que hablar de "una transición a una economía altamente eficiente en energía y totalmente basada en las energías renovables".
En definitiva, casi 200 modificaciones de un texto que se podría convertir en el primer intento genuino de traducir los Acuerdos del Clima en la legislación de la UE. Ahora toca a los responsables de la toma de decisiones de la UE ampliar los objetivos o mantener los que se han tomado hasta ahora.
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