Movilidad

Este es el verdadero motivo por el que en España no se venden más coches eléctricos

Ni el elevado precio ni la falta de infraestructura, según Transport & Enviroment, la causa principal de la escasa penetración del coche eléctrico está relacionada con la fiscalidad

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Las ventas de coches eléctricos siguen sin despegar en España. Cierto es que quien quiera ver el vaso medio lleno puede confirmar que en los últimos años el número de matriculaciones de coches eléctricos ha experimentado una subida estratosférica pues en menos de un lustro hemos pasado de una cuota de mercado inferior al 1% a estar ya de manera continuada rozando el 5%. Si bien, este dato sigue siendo insignificante, muchos pueden ser los motivos por los que no acaba de despegar: el elevado precio de los modelos o la escasa infraestructura de carga son dos de los más pregonados. Sin embargo, para la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), el verdadero motivo por el que el coche eléctrico no aumenta sus cifras en nuestro país es la fiscalidad, entendida como los impuestos de matriculación, circulación, retribución en especie, energía y las ayudas a la compra.

Explicado más claramente, la poca diferenciación que tiene España entre los impuestos y cuotas a pagar entre vehículos eléctricos y de combustión, tanto de particulares como de empresas, es una gran lacra que está frenando la venta de coches cero emisiones. Tanto que según su informe, nuestro país se encuentra a la cola de las 29 regiones del Viejo Continente en cuanto al uso de la fiscalidad. De hecho, los usuarios, a los que se les pide un esfuerzo extra para la compra de un vehículo “sostenible” limpio, no son premiados ni beneficiados fiscalmente para así marcar la diferencia frente a quien mantiene su idea de comprar motores de combustión.

Quien contamine, que pague

En concreto, en una comparación entre la carga fiscal para una empresa de España y Portugal (un país con una renta per cápita más baja) por la adquisición durante cuatro años de un SUV compacto, T&E pone como ejemplo un Volkswagen Tiguan de gasolina y un ID.4 100% eléctrico (prueba), en el país vecino se pagan 22 euros en dicho periodo por l eléctrico mientras que en nuestro país la cifra asciende hasta 14.054 euros. A su vez, en el gasolina la carga fiscal para esos cuatro años en España es de 20.665 euros, mientras que en Portugal asciende a 36.582 euros.

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Más flagrante es poner el foco en impuestos como el de circulación ya que T&E aboga por introducir gravámenes acordes al principio de “quien contamina paga”, para así incentivar la compra de coches cero emisiones. De hecho, Federación con asegura que la fórmula, basada en un cálculo de tarifa basada en los caballos fiscales, no solo se ha quedado obsoleta, sino que desvirtúa su aplicación sobre los coches eléctricos. Así, pone el ejemplo de lo que actualmente paga un vehículo de combustión pequeño en comparación con uno eléctrico, pues mientras que el primero, equipado con un motor de 1,0 litros, estaría en el umbral de los 20 euros o 200 euros a la década (el tiempo de vida útil estimado), el eléctrico costaría 900 euros más en concepto de impuestos.

Desde T&E y en palabras de su responsable de electrificación de flotas, Óscar Pulido, “una fiscalidad bien diseñada se convierte en una de las mejores herramientas para descarbonizar el transporte” y poniendo otra vez el ejemplo de nuestros vecinos portugueses, quienes han eliminado el impuesto de matriculación además de permitir a los compradores desgravarse el IVA de la compra en la declaración de la renta del año siguiente, ha permitido que la cuota de eléctricos en Portugal sea de casi el 20%, o lo que es lo mismo, cuatro veces más que en España

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Un comentario

  • David B

    05/03/2024

    Portugal siempre nos saca ventaja. Con lo fácil que es modificar el IVA, que podría ser escalonado en función de la batería y terminar con los MOVES.

    ¿Será posible en el país de la burocracia?

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