En otras pruebas ya te hemos comentado que los fabricantes chinos habían llegado para quedarse pero entre la avalancha de ellos que está llegando hay uno que tiene una estrategia muy clara que no es otro que BYD. Del otrora fabricante exclusivo de baterías ha surgido una nueva estirpe de modelos en los que uno de sus buques insignia es este Tang que hoy en El Periódico de la Energía, no solo probamos en profundidad sino que vamos a descubrir si, como dicen desde la marca, es capaz de poder atacar a los SUV Premium 100% emisiones. Veremos si lo consigue en calidad y rendimiento pero ya os adelanto que ofrece una característica que la mayoría de ellos no tiene

Un nombre bien avenido

BYD ha decido escoger el nombre de Tang para su SUV de gran tamaño eléctrico, un nombre que hace referencia a la dinastía que cambió el rumbo de la historia del país asiático por ser una de las épocas más doradas de la cultura cosmopolita siendo la ciudad más poblada del mundo en su día. Convertida ahora en SUV, tiene como objetivo ser uno de los referentes de una categoría comandada tanto por el Tesla Model X como por los Audi Q8 e-tron (contacto), BMW iX (prueba) y Jaguar i-PACE A los que recientemente se han unido los Mercedes-Benz EQE SUV (contacto), Lexus RZ y próximamente lo hará el Polestar 3, entre otros.

Como ves, el denominador común de todos ellos es el aspecto Premium por un lado y la grandiosidad, por otros, pues este BYD Tang mide la nada despreciable cifra de 4,87 metros de largo. Cota que acompaña de una anchura de 1,95 y una altura de 1,73 metros. Unas dimensiones,como ves, considerables que acompaña de un diseño elegante y fluido con algunos elementos destacados como:

• Un frontal generoso y denominado Dragon Face en el que destaca la gran calandra o la forma estilizada de los pilotos, con tecnología LED y que me recuerdan a los del Model X, ofreciendo además una conexión entre ellos mediante esta tira cromada que desemboca en el logo
• Las llantas, descomunales, de 22 pulgadas tras las cuales se deja ver un equipo de frenos enorme, firmado por Brembo con discos perforados y pinzas de cuatro pistones
• O una zaga robusta definida tanto por este paragolpes como por la doble tira de LED que conecta los grupos ópticos y que le dota de mucho carácter sobre todo de noche.

Moderno, pero con margen de mejora

De puertas para dentro se respira aire premium con materiales escogidos de primer nivel como el cuero vegano de excelente tacto o el Alcantara presente en el salpicadero. El confort es elevadísimo sobre todo gracias al mullido de los asientos delanteros, que además tienen regulación eléctrica (con acceso confort en el caso del conductor), calefacción y ventilación. La ergonomía es elevada pues los mandos están a nuestro alcance al situarse en el túnel central. De hecho son los únicos físicos que encontrarás junto con los del volante porque prácticamente todo se maneja a través de la pantalla central de 12,8” que ya te mostramos en el Atto 3 (contacto) y que integra un sistema multimedia rápido e intuitivo con un manejo similar al de los smartphone pero para el que hace falta un periodo de aprendizaje para saber dónde están rápidamente algunas funciones.

Un monitor que tiene un elemento diferenciador que no es otro que la rotación de la misma para ponerla apaisada o vertical. No obstante hay un elemento que no me gusta y que espero que se solucione con las actualizaciones inalámbricas que posee que no es otro que el idioma pues solo está en inglés y en chino. Otro detalle que no me convence, que pese a ser tan moderno no integra Apple CarPlay, ni por cable ni sin él.

Y puestos a decir aspectos que no me agradan, en primer lugar estaría el retrovisor interior es complicado de ajustar porque está muy pegado al techo; en segundo, los huecos de las puertas no caben botellas de tamaño mediano. El conjunto se completa con un cuadro digital de 12” pulgadas con diferentes menús que son intercambiables mediante el comando situado en el volante o con un sistema de luz ambiente que rodea todo el perímetro interior y que es personalizable al gusto.

Al fondo hay (mucho) sitio

En lo que respecta a la habitabilidad, los 2,82 metros de distancia entre ejes se dejan notar . El acceso como ves es cómodo y dentro se pueden acomodar tres adultos con mucha facilidad pues el del centro no irá especialmente incómodo. Además tenemos salidas de aire, climatizador y tomas USB ofreciendo además desplazamiento longitudinal de las butacas, de unos 15 cm, porque como os decíamos al principio este BYD Tang se guarda un as en la manga frente al resto de rivales premium contra los que compite que no es otro que una tercera fila de asientos que viene de serie en el modelo y que es apta para un adulto de mi estatura, 1,79 metros, pues ni mis rodillas tocan con el respaldo ni la cabeza con el techo así que podríamos hablar de 7 plazas reales. Eso sí no tengo ningún elemento de confort a mi alcance pero no se puede pedir todo en esta vida**.**

En lo que respecta al maletero lógicamente tenemos tres capacidades diferentes:

• Con las 7 plazas desplegadas hay un hueco de 235 litros, perfecto para dos mochilas o un par de maletas de mano
• Con cinco asciende a 940 litros
• Con dos se eleva a nada menos que 1.655 litros

No posee un maletero delantero (el denominado frunk) pero los cables se pueden guardar en un doble fondo inferior destinado para ello. Si despliegas las siete plazas la cortinilla la tendrás que dejar en casa pero tampoco es que sea algo importante porque tampoco podrás colocar nada encima de ella.

Potencial de sobra

En marcha, mantenemos esa grandiosidad propia de un coche que roza los 5 metros pero en este caso BYD propone igualmente un derroche de poderío pues el BYD Tang rinde nada menos que 517 CV de potencia proporcionados por los dos motores eléctricos, uno delantero de 242 CV y otro trasero de 272 CV. A ello se le suma un par máximo de 680 Nm lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,6 segundos. Una cifra muy a tener en cuenta pues hablamos de un vehículo que supera con holgura las 2,2 toneladas de peso. En cuanto a la velocidad máxima está limitada a 180 km/h.

Con esta cifras uno espera tener una patada contundente cuando se hunde el pie en el acelerador, pero dada su fisonomía, los 4,6 segundos cierto es que se han algo más largos de lo habitual. Sea como fuere tenemos varios modos de conducción siendo el Sport en que más jugo sacaremos del entramado eléctrico. Con el Snow el sistema de tracción se transforma ligeramente para ofrecer la máxima motricidad sobre terrenos resbaladizos, mientras que con el ECO intentamos recorrer el máximo número de kilómetros sin parar.

Algo que tampoco será muy complicado pues el BYD Tang propone una batería de 86,4 kWh de capacidad con la que teóricamente homologa 400 kilómetros de autonomía a razón de un consumo de 23,8 kWh/100 km. Valores que en la práctica son casi reales pues el gasto medio se ha movido incluso un poco por debajo del oficial, con 23,4 kWh/100 km. Con ello, es relativamente sencillo llegar a los 380 km. En cuanto a la carga, se puede conectar a tomas de corriente continua hasta de 120 kW, necesitando 45 min para pasar del 10 al 80%, de 11 kW en corriente alterna, esperando ya 8 horas para tener el 100%.

Por dinámica, el Tang también me ha sorprendido gratamente pues lejos de lo que uno pudiera pensar de ser un barco, la verdad es que se mueve con bastante soltura, aunque su hábitat natural es la carretera abierta. No es un derroche de guiado, pero la dirección responde bastante mejor que la del Atto 3 mientras que el tacto del freno tiene ciertas luces y sombras. Si bien está firmados por Brembo, sus discos están perforados y tienen un diámetro de 370 mm, la mordida no es todo lo eficaz que uno espera, sobre todo en el primer tramo de la pisada. Esto se debe a que ese primer recorrido lo gestiona para la frenada regenerativa, de la que hay dos niveles, Standard, con el que se recuperarán unos 20 kW al soltar el acelerador, valor que se duplica en el Larger, llegando incluso a los 60 kW.

En definitiva

Hay quien todavía sigue pensando en alemán cuando toca hablar de los coches premium. En el caso de la electrificación parecía que la tendencia iba a ser la misma hasta que el gigante chino ha despertado. En este caso, BYD se postula como uno de los primeros fabricantes de este país que quiere tener clientes tanto de clase media como de las clases altas pues este Tang no viene solo, sino que está secundado por el Han, una berlina media que probaremos dentro de poco.

Pero ojo, porque todo este estatus no está acompañado de un precio elevado sino que la firma china quiere que “construyas tu sueño” de tener un SUV premium de categoría por un precio más que ajustado: 69.990 euros es lo que pide por él ofreciéndote de serie todo lo que has visto. Para que te hagas una idea, el otro SUV de siete plazas que existe actualmente es el KIA EV9 (contacto) cuya tarifa arranca en los 85.100 euros.

Galería de imágenes del BYD Tang