VÍDEO| Prueba del Renault 5 E-TECH: un eléctrico atemporal

Hay modelos que no necesitan presentación y menos cuando sus diseñadores han realizado un trabajo tan perfecto como el de este Renault 5 E-TECH que hoy en El Periódico de la Energía por fin vamos a poder conducir. Una nueva entrega que no es solo un guiño al pasado sino la reinterpretación eléctrica de uno de los urbanos más revolucionarios de hace seis décadas y que, hoy por hoy, se está convirtiendo en un auténtico éxito comercial ya que es el único que aguanta el tirón de los Tesla. Así que ya, sin más, vamos a descubrirte los secretos de este nuevo Renault 5 en, además, su versión tope de gama.

Retromoderno

El R5 original fue lanzado en 1972, marcando desde ese instante una época por su diseño rompedor y su enfoque práctico para la ciudad. Y aunque mucho han cambiado las cosas desde que la firma del rombo cesara la producción de su icónico modelo allá por 1984, la realidad es que solo basta con echarle un vistazo rápido para darnos cuenta de que han sabido homenajear su estilo.

Un guiño al pasado que se refleja en detalles como las llantas de aleación, con este diseño en forma de margarita, los pilotos cuadrados, pero no los principales sino los diurnos que además aportan volumen, la forma del pilar C y los pilotos posteriores verticales o sin duda esta esta moldura que simula la icónica rejilla de los R5 clásicos y que aquí es, además, funcional, ya que se retroilumina tanto al acercarte al coche como, sobre todo, al cargarlo, pues cada segmento de se ilumina informando del porcentaje de carga que tiene.

El resto de detalles de este conjunto extremadamente llamativo, que por cierto mantiene sus contenidas dimensiones gracias a los 3,92 metros de largo por 1,77 de ancho y 1,50 de alto son igualmente una oda al diseño. Por un lado, destaca esa imagen de tres puertas propia del original como consecuencia de ocultar el tirador trasero en el marco de la puerta; y por otro sobresale la personalización. Aquí entran en juego tanto una paleta de colores de lo más viva y que contrasta a la perfección tanto con las molduras decorativas como con los diferentes elementos en negro brillante de los pasos de rueda o el techo. Por último, podrás sumar vinilos decorativos que resaltan su estética.

Adaptado a los tiempos

Ahora bien, si el exterior sí recuerda al R5 original el interior luce algo menos en este sentido, aunque eso no evita que tanto los paneles de las puertas tapizadas en tela como la forma de tablero del techo, nos evoquen a su abuelo. Si embargo, si vemos el puesto de conducción poco o nada tiene que ver con él y aquí el Renault 5 tira directamente de modernez.

Así lo confirma con un doble monitor de 10 pulgadas que ofrece múltiples visualizaciones en el caso del cuadro de instrumentos y un sistema basado en Android Automotive en el del central. Gracias a ello y al soporte de Google, podemos contar con aplicaciones del gigante californiano como es el caso de Google Maps, en el que además se nos muestra el porcentaje de batería restante.

También contamos con varios menús relativos al sistema eléctrico y con un detalle que nos ha gustado, que la climatización se maneje mediante una tira de comandos físicos. Eso sí, la ergonomía se reduce algún que otro punto en el lado derecho detrás del volante ya que en su intento de ofrecer una consola central despejada, se han aglutinado tanto la caja de cambios como el control del limpiaparabrisas y del mando de audio llegando a ser ciertamente engorroso en algunos momentos.

Por último, el equipamiento es generoso y la sensación de calidad, buena pese a abusar de los plásticos duros, pero el hecho de tener elementos como el revestimiento frente al copiloto o el tapizado de nuestra unidad en los asientos, hacen que se nos olviden todos los males.

Peca de estrecho

Pero no todo iban a ser bondades y uno de los puntos más flacos de este R5 está en las plazas traseras. Somos conscientes de que es un coche urbano, con unas dimensiones contenidas, pero eso no justifica el hecho de que un adulto de mi estatura no solo esté golpeando las rodillas con el respaldo, sino que además no pueda colocar los pies de una manera más o menos confortable.

Las ventajas, dos. Que el acceso sí resulta cómodo gracias al amplio ángulo de apertura de la puerta y que el hueco para la cabeza es correcto. Como es lógico, no vamos si quiera a molestar en decirte que tres personas no viajarán cómodas al tiempo que los elementos de confort brillan por su ausencia ya que no tenemos ni tomas USB ni salidas de aire, como tampoco ofrece huecos en las puertas o reposabrazos central.

El maletero, por su parte, cumple con lo que es habitual en el segmento ya que ofrece 277 litros con unas formas regulares pero, eso sí, con un umbral de carga muy elevado que dificulta la carga de objetos y con la ausencia de un hueco para dejar los cables, que tendrán que ir tirados en él o en una bolsa.

¿Merece la pena esta versión?

Mecánicamente, hay varias versiones tanto en nivel de potencia como de capacidad de batería pero si quieres optar por la de mayor autonomía, obligatoriamente has de irte al que entrega 150 CV y que es precisamente el que nosotros montamos. Un bloque que se nota muy vivo ya que tan solo tiene que mover 1.500 kilos de coche, algo que no es habitual en los eléctricos, por lo que necesita 8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, limitando la punta, eso sí, a los 150 km/h. Un rendimiento que se nota en todos los modos de conducción salvo en el ECO, que limita la potencia y la velocidad punta para así aumentar la autonomía.

Un rango que de primeras no debería ser un problema ya que gracias a la batería de 52 kWh (la otra es de 40 kWh) está cifrado en 409 km a razón de un consumo medio de 15,1 kWh/100 km. Un valor que no resulta complicado de alcanzar pero como te hemos contado en la web no llega a ser del todo real y en nuestro caso, con un gasto de unos 16 kWh/100 km de media, hemos podido cubrir como mucho 300 km. Lógicamente uno piensa en que puede parecer poco pero no hay que olvidar su componente urbano y que realizar los 100 km con una carga doméstica te puede salir por entre 1 y 3 euros, cuando con un modelo de gasolina equivalente que gaste 5 l/100 km te gastarías 7,5 euros.

Además, la carga rápida admite hasta 100 kW en corriente continua, permitiendo pasar del 10 al 80% en unos 30 minutos, y el cargador embarcado de 11 kW facilita recargas completas en unas 4,5 horas en corriente alterna. E incluso en ciudad, el modo B de la caja de cambios te permite recuperar bastante energía y conseguir gastos más contenidos.

Pero donde de verdad me ha dejado enamorado este coche es en su dinámica de conducción. La puesta a punto del chasis, sobre la plataforma AmpR Small con eje trasero multibrazo, destaca por su agilidad en ciudad y estabilidad en curva, sin perder confort. La dirección es rápida y el radio de giro de 10,3 metros lo sitúa entre los mejores urbanos eléctricos.

En definitiva

Llegamos al final dando las gracias a Renault por resucitar de una manera tan fidedigna el que ha sido uno de sus icónos históricos. Sí, es probable que a muchos no les haga gracia ese apellido de E-TECH pero lo cierto es que si el R5 tenía que resurgir de alguna manera, no podía ser de otra que no fuera cero emisiones.

Tiene puntos débiles como ese espacio trasero, un maletero poco práctico o una autonomía que puede parecer justa; pero sus infinitas bondades consiguen que nos olvidemos de ello. Hablamos de diseño, digitalización, calidad y puesta a punto del chasis espectacular que se enfatiza con el Alpine A290. Ahora bien, como siempre te decimos, el que determina el éxito del modelo es el precio y está es quizá otra de las claves de por qué es está en el top 5 ya que la gama, con descuentos arranca por debajo de los 24.000 euros que se pueden quedar en 17.000 euros con ayudas.

En el caso del 150 CV con batería grande, parte de los 29.731 euros y si te vas a este iconic, ya tienes que desembolsar 33.571 euros que, eso sí, se convierten en 35.967 euros para tener esta unidad que es, sencillamente, espectacular. Sea como fuere, lo retro llama y ojo, está en precio ya que solo los Citroën C3 (contacto) y BYD Dolphin Surf (contacto) son más económicos pero menos icónicos.

Porque el Renault 5 E-Tech Iconic no es solo un ejercicio de nostalgia: es una apuesta valiente y racional para quien busca un eléctrico urbano con personalidad, tecnología y precio competitivo en el mercado español. Eso sí, si el espacio trasero es prioritario, conviene valorar alternativas más espaciosas.

Galería de imágenes del Renault 5 E-TECH