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VÍDEO| Prueba del Renault Austral E-TECH Full Hybrid: da en el clavo

Renault asalta el segmento C-SUV con un producto, ahora sí, de garantías. El Austral es el pilar maestro de su nueva estrategia electrificada y, además, tiene acento español al fabricarse en Palencia. Nosotros hemos probado el híbrido más potente. Así va.

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Renault siempre ha destacado en el segmento C. Ella misma transformó la categoría compacta con el primer Mégane e incluso fue la creadora de los monovolúmenes compactos. Pero en lo relativo a los SUV, la categoría que más vende en el siglo XXI, y más concretamente, en lo que llevamos de década, no ha tenido toda la suerte esperada.

Quizá por ello, la nueva Renaulution que se anunció hace dos años puso especial foco en los C-SUV lanzando primero el Arkana, de corte coupé, y posteriormente revolucionando el concepto del Megáne (prueba) al convertirlo en un crossover compacto. Pues bien, ahora la tercera pata de este banco la conforma el Austral que hoy en El Periódico de la Energía vamos a probar en profundidad. Un modelo que hoy por hoy tendrá que lidiar con más de medio centenar de rivales incluido, otra vez, el Qashqai (prueba) con quien comparte muchas de sus características. Sin embargo, en Renault confían en que les dará muchas alegrías ¿Quieres saber por qué? Vamos a descubrirlo.

Entra en juego

El nuevo Austral hereda el puesto del extinto Kadjar y llega para meterse de lleno en el núcleo del segmento C. Lo hace con una carrocería que se estira hasta los 4,51 metros de largo, con una anchura de 1,83 de ancho y una altura de 1,62 metros. Además de sostenerse sobre la nueva plataforma CMF-C/D de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que ya da vida a la nueva generación del Qashqai es un modelo que tiene acento español pues se fabrica en la factoría de Palencia.

"Hereda el hueco dejado por el Kadjar pero ofrece un diseño más atractivo y musculoso"

Luce un diseño escultural que está determinado, principalmente, por un frontal prominente presidido tanto por el nuevo logo bidimensional estrenado en el Mégane, como por una calandra de generosas dimensiones. Los faros, por su parte, mantienen la característica forma en C de la firma francesa en los que ahora se incorpora la tecnología LED de serie pudiendo sumar la LED matricial en opción.

En el lateral se ha buscado ofrecer un aspecto más robusto gracias a la línea inferior marcada y a unos pasos de rueda revestidos por la típica tira plástica y con una forma sobredimensionada para poder dar cabida a unas que si bien parten de las 17 pulgadas puede llegar hasta las 20 pulgadas. Las opciones de personalización son numerosas gracias a la elección del techo en negro.

Pero si hay un elemento que me llama la atención es el nivel denominado Esprit Alpine que no solo se sitúa en lo más alta de la gama sino que ofrece un apariencia más deportiva y agresiva gracias a la sustitución del cromado por las molduras en negro, a la posibilidad de escoger un color mate para la carrocería y, de nuevo, a las gigantescas llantas de 20 pulgadas que tengo aquí a mi lado y que ayudan a que la altura libre al suelo sea de 18 cm.

Por último, la zaga es la zona menos representativa, primero porque mantiene la tira de LED partida por el logo y, segundo, porque quizá es la que más recuerda al Qashqai de nueva generación. Y ya que estamos aquí, alguien nos quiere explicar ¿por qué han puesto la E al lado del nombre? Si parece que se llama ‘Australe’, con lo fácil que hubiera sido trasladar dicha letra a otra zona del portón… en fin.

Salto de calidad interno

En el interior, este nivel de acabado permite que la calidad percibida en el modelo se equipare casi al de modelos premium. Así lo vemos en unos tapizados en Alcantara tanto para el salpicadero, paneles de las puertas como asientos, con una forma de estos últimos algo más deportiva, o en unos pespuntes en contraste la mar de llamativos.

Ahora bien, en los tiempos que corren el ahorro de costes es vital y por eso ese Austral calca puesto de conducción con el nuevo Mégane E-TECH. Y lejos de ser algo negativo, lo ensalzamos principalmente por escoger el sistema Android Automotive gestionado por Google para el sistema multimedia, visible a través de esta pantalla vertical de 12 pulgadas. Tenemos los mismos servicios y las mismas funciones de conectividad que un smartphone con aplicaciones como Google Maps, Spotify o los asistentes de voz del propio Google o Amazon Alexa.

"Emplea el sistema multimedia Android Automotive gestionado por Google"

Tenemos sincronización móvil con Apple CarPlay inalámbrica y el funcionamiento es de lo más intuitivo. La digitalización se completa con un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas que tiene diferentes modos de visualización. Por encima, se sitúa un Head-up display proyectado con una visualización clara. Por cierto, ya que estamos aquí, que el volante se achate por los dos extremos no me llega a convencer demasiado.

Si hablamos de habitabilidad, tenemos una zona trasera amplia gracias, en parte, a una distancia entre ejes de 2,69 metros. Los asientos son confortables y tenemos diferentes elementos de confort como pueden ser los aireadores o las tomas USB de tipo C. Pero hay un as en la manga que se ha guardado Renault y es el desplazamiento longitudinal de los asientos traseros. Son 16 cm a lo que se suma la regulación vertical de los respaldos. Todo ello nos va a permitir variar el hueco del maletero.

"Los asientos traseros cuentan con 16 cm de desplazamiento longitudinal"

Porque aquí hay que tener en cuenta la versión en la que nos encontremos. Si hablamos de los Mild-Hybrid tendremos 500 litros que pasa a ser de 575 litros con la banqueta en su posición más adelantada. Pero en versiones híbridas como esta, el hueco pasa a ser de 430 litros por la colocación de las baterías. Con los asientos abatidos y en el mejor de los casos, tendremos 1.525 litros. Por cierto, tenemos portón eléctrico con función manos libres pero no demasiados ganchos.

Todos los motores híbridos

Entrando en materia de motorizaciones, aquí destaca la continuidad de la decisión de jubilar el diésel, tal y como ya lo hiciera el Arkana. El encargado de sustituirlo es la hibridación en las dos alternativas que lucen la etiqueta ECO de la DGT, los microhíbridas y las híbridas completas o autorrecargables. Sin embargo, la firma del rombo no descarta que haya futuras versiones o motorizaciones con una mayor carga electrificada.

"La gama prescinde del diésel y todos los motores están electrificados"

Así, la gama actualmente se compone de dos opciones híbridas ligeras, con 140 y 160 CV a partir del bloque 1.3 Turbo de gasolina con una batería de 12 voltios; y otras híbrida autorrecargable (E-TECH Full Hybrid como las denominan) que declaran 200 CV (a la que posteriormente se unirá otra de 160 CV). La diferencia entre ambos será el uso del entramado eléctrico, mucho más presente en los más potentes.

Una tecnología que no es nueva en Renault pues ya nos la ha mostrado en el Captur. La diferencia es que este Austral emplea el 1.2 Turbo de gasolina en lugar del 1.6 atmosférico. Tiene un arquitectura de tres cilindros y declara 130 CV al que se suman otros dos eléctricos: uno de 50 kW capaz de mover al conjunto y otro de 25 kW que se encarga de, digamos, hacer el trabajo sucio: actuar como motor de arranque, interceder en los cambios de marcha, recargar la batería en las frenadas.

Como un eléctrico

Una batería que también es nueva y ahora cuenta con una mayor capacidad (2 kWh) lo que le va a permitir, según Renault, circular el 80% del tiempo en ciudad sin contaminar. Eso nos permitirá tener un consumo medio homologado de 4,5 l/100 km. Un gasto que en la práctica es muy similar pues hemos medido menos de 6 l/100 km.

Un detalle que le diferencia del resto de híbridos es que contamos con hasta cuatro niveles de retención en las fases de frenada que se gestionan mediante las levas situadas tras el volante. En los tres primeros no hay demasiada incidencia pero en el cuarto ya sí podremos realizar una conducción casi de un solo pedal. Por cierto, este sistema provoca que el tacto del pedal del freno sea demasiado artificial, con una primera parte del recorrido casi nula y una segunda de mayor incidencia.

Además, en combinación con la navegación, el propio pedal va a ir modulando su intensidad para conseguir la mayor retención descolocando a veces nuestra percepción a la hora de saber dónde está el propio pedal. Este es uno de los puntos más negativos que le hemos encontrado al Austral E-TECH de 200 CV junto con el sonido y el empuje en varios momentos del propio motor. De hecho a veces no da la sensación de estar en un coche de tal potencia y así lo demuestran unas prestaciones tirando a correctas: 8,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 175 km/h de punta.

Sobre raíles

Pero donde el Austral E-TECH no tiene crítica alguna es en el comportamiento dinámico. Tenemos cuatro modos de conducción seleccionables mediante el mando satélite del volante Multi-SENSE: Eco, Comfort, Sport y Perso que inciden en la respuesta del motor, la caja de cambios y la dureza de la dirección. Por lo comprobado, el Sport sí resulta ser algo más picante pero la realidad es que con el Comfort ya tenemos buenas sensaciones. Quizá podríamos pedir que estos programas intercedieran directamente en el que, sí o sí, es la tecnología diferenciadora del Austral: el chasis 4Control.

"El elemento diferenciador es el Chasis 4Control que permite a las ruedas traseras girar"

n sistema marca ya de la casa que permite que las ruedas traseras giren en el mismo o en el sentido contrario a las ruedas delanteras. La transición entre uno y otro tiene una velocidad, 50 km/h. Por debajo, las ruedas traseras pueden girar hasta 5º en el sentido opuesto rebajando el radio de giro en 1,5 metros y convirtiendo a este coche de 4,5 metros en casi un urbano. Por encima, giran 1º en el mismo sentido lo que incrementa notablemente la agilidad.

De hecho, independientemente de a qué velocidad circulemos, lo cierto es que hay que estar atentos con no ser demasiado incisivos con el volante para no pasarnos de rosca. A esta tecnología se suma una suspensión trasera multibrazo que mejora notablemente el confort de a bordo. Solo hay un detalle que este Austral pierde en comparación con el Kadjar: la tracción total pero dado que este sistema no acapara más del 10% de las ventas del segmento es una pérdida poco dañina. En su defecto, Renault permite elegir el denominado Extended Grip que cuenta con los modos nieve y todoterreno para mejorar la motricidad en superficies con poco agarre. Por último, en materia de seguridad, el Austral equipa todo lo que se espera de un coche de este porte. En total, hasta 25 asistentes a la conducción se encargan de tener un nivel 2 de conducción semiautónma.

En definitiva

Todo lo bueno se hace esperar y tras varios palos de ciego, Renault ha conseguido finalmente tener un SUV de garantías en la categoría que más se vende. El optimismo de Renault está poco a poco cobrando forma y el Austral ya está en el top 10 de híbridos más vendidos de nuestro país aunque el recorrido aún es largo pues mucho tendrán que cambiar las cosas para que el Toyota C-HR pierda dicho cetro. Para competir con todos ellos, el Austral ofrece diseño, modernidad, espacio interior, eficiencia y sobre todo dinamismo. Pero como siempre la variable que determinará su éxito no será otra que el precio y aquí Renault también ha querido atacar con fuerza pues el Austral parte de un precio de 30.555 euros, mientras que el E-TECH Full Hybrid hace lo propio desde 36.569 euros. En caso de que quieras optar por el acabado de nuestra unidad, el Iconic Esprit Alpine la cuenta ya sube hasta los 42.389 euros pero como has visto, por imagen, merece y mucho la pena.

Galería de imágenes del Renault Austral E-TECH Full Hybrid

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