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VÍDEO| Prueba KIA Sportage Hybrid: el quinto elemento

El superventas coreano es más europeo que nunca. La quinta entrega del KIA Sportage propone un cambio radical en diseño y calidad así como una versión híbrida tan eficiente como la que ha pasado por nuestras manos

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Es el modelo más importante de la firma coreana y ahora con esta quinta generación busca confirmar su éxito. ¿Cómo? Proponiendo una versión exclusiva para el mercado europeo, la misma que nosotros ya hemos probado en la que además es, de momento, su versión más electrificada: me refiero al nuevo KIA Sportage en su variante híbrida. Hoy el protagonista de esta prueba de El Periódico de la Energía tiene visos de ser un auténtico best-seller.

En sus 28 años de vida, el Sportage ha conseguido vender nada menos que 2,5 millones de unidades en todo el mundo. Esta quinta generación busca aumentar dicho montante y para ello, la firma coreana ha dado un giro a su estrategia al ser la primera que ofrece una carrocería destinada exclusivamente al mercado europeo.

Cambio radical

Se basa sobre la nueva plataforma multienergía del Grupo, la N3 que también da vida al Hyundai Tucson. Mide 4,51 metros de largo por 1,86 de ancho y 1,64 de alto siendo además el segundo modelo que propone la filosofía de diseño Opposites United estrenada en el EV6 y que propone un conjunto cuanto menos vistoso con, entre otros, una calandra sobredimensionada, faros cuadrados con luces diurnas en forma de boomerang y una parrilla Tiger Nose minimizada. Equipa llantas de entre 17 y 19 pulgadas, mantienen las protecciones plásticas en la zona superior, pintura bicolor, barras sobre el techo así como una altura libre al suelo de 18 cm.

Pero si hay un elemento que se sale de la norma es el pilar C, o al menos, su contorno porque los diseñadores eurocoreanos ofrecen una visión única con la moldura cromada partida que ha buscado asemejarle con un aspecto coupé. La zaga, por su parte, hereda el diseño visto en el EV6 con un portón de generosas dimensiones en el que destaca la unión de los pilotos LED mediante una moldura en negro que sustituye a la anterior y revolucionaria tira catadrióptica que estrenó su generación precedente.

"Es el segundo modelo que propone la filosofía de diseño Opposites United"

Gusto por el espacio

En el interior el Sportage hace gala de una mayor calidad y de una fuerte digitalización. El protagonismo se lo lleva la nueva pantalla curva que aglutina dos monitores de 12,3 pulgadas, uno para el cuadro de instrumentos y otro para la pantalla central. El primero ofrece varios modos de visualización mientras que el segundo permite manejar con fluidez todas las funciones del vehículo así como comprobar la información relativa al sistema híbrido. Propone infinidad de soluciones conectadas mediante el sistema KIA Connect así como sincronización móvil con Apple CarPlay y Android Auto aunque a través de cable.

Un punto a mejorar no cabe duda, que palia con soluciones tan vistosas como esta que ya vimos en el EV6: pulsando un único comando podemos cambiar la interfaz de esta tira de botones pasando del climatizador a los accesos rápidos. En lo que a espacio se refiere, la coreana mantiene una de sus máximas: el confort de sus ocupantes. Y es que los 2,68 metros de batalla se traducen en un interior amplio y cómodo.

Según la marca, la zona trasera ofrece casi un metro tanto en el hueco para las rodillas como para la cabeza. Los respaldos pueden colocarse en varias posiciones pero no ofrecen desplazamiento longitudinal. El confort está garantizado gracias a las salidas de aire y las tomas USB mientras que los asientos integran un práctico perchero en los reposacabezas. Por su parte, el maletero cubica 591 que en el caso de las versiones híbridas mengua hasta los 587 convirtiéndole no obstante en uno de los más capaces de su categoría. Bajo el piso ofrece un práctico fondo para guardar las herramientas u objetos de mayor valor.

El más electrificado, de momento

La gama del Sportage está compuesta por alternativas diésel y de gasolina, ambas microhibridadas así como una próxima híbrida enchufable que se sitúa en la cúspide por rendimiento y etiqueta, al lucir la CERO. Sin embargo, quien busque un Sportage con clara tendencia al ahorro de combustible ha de optar por el HEV (Hybrid) que nosotros estamos probado.

"Con 230 CV de potencia conjunta, el gasto de combustible no sobrepasa los 6,5 l/100 km"

En esencia porque verá cómo el gasto de combustible no sobrepasa, por mucho que lo intente, los 6,5 l/100 km, una cifra excelente teniendo en cuenta los 230 CV que genera. Para conseguirlos combina un motor 1.6 T-GDI de 180 CV con otro eléctrico de 60 CV gestionados a través de una caja automática de doble embrague y seis relaciones. El sistema intenta priorizar al máximo el entramado eléctrico siendo incluso capaz de moverse a velocidades altas sin activar el 1.6 T-GDI. Siendo cuidadosos, en las arrancadas y durante varios metros podremos hace uso exclusivamente del bloque eléctrico, al menos hasta que la batería de 1,5 kWh se agote.

La entrada del motor de gasolina es notoria que no desagradable. Cuando esto ocurre, funciona de manera contundente y mueve con soltura el conjunto. La puesta a punto del chasis es infinitamente mejor que la de su predecesor y eso no solo se nota en el confort de la suspensión sino también en el guiado de la dirección, precisa y comunicativa. El selector de modos de conducción propone dos programas, Eco y Sport, en el caso del 2WD mientras que los Sportage 4WD suman el Drive Terrain con el que podemos mejorar la motricidad del vehículo tanto en escenarios con nieve (Snow), barro (Mud) o arena (Sand). Además, estos 4WD hacen gala de un mayor confort de rodadura gracias a que montan de serie la suspensión controlada electrónicamente, sin embargo, los Sportage 2WD hacen gala de una elevadísima calidad de rodadura.

En definitiva

Es lógico pensar que un nuevo modelo supere al anterior pero lo que ha hecho KIA con este Sportage es digno de mención. Solo comparte con su predecesor el nombre, el resto, salta a la vista. Si este fuera el primer modelo de KIA diríamos que es revolucionario tanto por diseño como calidad, digitalización y eficiencia, pero el todocamino compacto coreano va más allá y consigue satisfacer tanto en confort como espacio y dinámica de conducción. Cualidades que, inevitablemente, tienen un precio.

Porque este Sportage 2022 es un coche ligeramente más caro que antes aunque gracias a los descuentos comerciales la tarifa se puede quedar en unos atractivos 24.100 euros. El caso de esta versión híbrida arranca en los 32.100 euros con promociones, llegando a los 40.226 euros de este GT Line.

Fotogalería del KIA Sportage Hybrid

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