El excomisario José Manuel Villarejo, que ha hecho uso de su derecho a la última palabra en el juicio por los encargos de Repsol y CaixaBank, ha rechazado haber manchado su placa al aceptar con sus empresas dichos encargos, ya que en aquel momento no estaba en activo y su relación con el cuerpo era puntual.
El juicio por los encargos de Repsol y CaixaBank para frenar el intento de toma de control sobre la petrolera por Sacyr y Pemex ha quedado este miércoles visto para sentencia, después de que las partes hayan presentado sus informes finales.
El excomisario se ha excusado por no asistir con asiduidad a las sesiones debido a su precario estado de salud, y ha rechazado "de plano eso de que he manchado la placa", ya que nunca utilizó su condición de policía y su relación "puntual" con el Cuerpo para los negocios de sus empresas.
Repsol y Villarejo
Ha asegurado que podía haber ganado "una fortuna" con sus actividades privadas si hubiera aprovechado su condición de policía, pero "jamás" lo hizo; "cuando son las 12 del mediodía no es noche cerrada", ha concluido, lamentando que afirmaciones que se repiten mucho parecen convertirse en verdades.
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